Margo Glantz: la poca sociabilidad por la pandemia me deprime

La narradora, ensayista, docente, tuitera, articulista, investigadora, viajera y traductora Margo Glantz (Ciudad de México, Barrio de La Merced, 28 de enero, 1930) arriba a los 92 años de edad enfrascada en la redacción de sus memorias. Celebra este cumpleaños con la reedición de varios de sus libros traducidos al inglés, italiano, alemán, francés y búlgaro. Asimismo, durante la pandemia ha estado dictando por Zoom conferencias y cursillos; amén de conversatorios virtuales en ferias del libro nacionales e internacionales.

“¿Cómo lo ve? Sí, cumplo 92 años: ¡qué horror!, ¿verdad? Pero, estoy agradecida, algunos de mis libros están siendo reeditados en varios países traducidos a diferentes idiomas: inglés, alemán y francés, entre otras lenguas. Reviso apuntes y cuadernos de diarios personales para darle forma a mis memorias, estoy ocupada en eso. Releo a los clásicos, Virginia Woolf, Somerset Maugham y a escritoras y escritores jóvenes de México”, expresó en entrevista con La Razón, Margo Glantz, beneficiaria de la Medalla Carlos Fuentes de la FIL de Guadalajara 2021.

¿Qué se sueña a los 92 años? A intervalos me acecha el insomnio. Tengo pesadillas y algunos sueños agradables que después se me olvidan. Cuando me despierto: intento reconstruirlos y todo se me borra.

¿Llega usted con buen ánimo a este cumpleaños? La poca sociabilidad por la pandemia me deprime. El mundo se encoge con el Zoom, me desespera: uno se deforma en esas transmisiones virtuales. Estuve un tiempo sin poder concentrarme en la lectura; pero, ya puedo leer un libro de un tirón. El ánimo sube y baja.

Es usted admirada y querida por miles de lectores, colegas, sus hijas, nietos y amigos, ¿se siente arropada? Es una sensación muy grata el saberse abrigada por otros. Mis hijas están pendiente de mí y también mis amigos.

¿Amistad cómplice la que tiene con el escritor Mario Bellatin y con la poeta Miriam Moscona? Con Mario hay muchas afinidades literarias e intelectuales como las que tuve con mi entrañable amigo Sergio Pitol; con Miriam quizás, se desbordan los afectos.

¿Qué más le gusta y qué le desagrada de usted? Me agrada haber llegado a los 92 años con total lucidez intelectual; detesto que cada día me estoy encorvando más.

Le voy hacer preguntas con dos opciones, usted debe escoger una. ¿Le parece bien este reto por su cumpleaños? Sí, adelante.

¿Sor Juana o Santa Teresa de Jesús? He explorado el universo de las dos; pero me quedo con Sor Juana.

¿Bach o Mozart? Sin dudarlo, Bach.

¿Plácido Domingo o Pavarotti? Ninguno de los dos. Prefiero a Maria Callas.

¿Octavio Paz o Sabines? Son dos poetas muy diferentes. Opto por Paz.

¿Villaurrutia o Rilke? ¡Los dos!

¿Erotismo o sexo? Erotismo.

¿Bailar o hacer el amor? A estas alturas de las circunstancias, bailar; años atrás, el sexo.

¿Recuerda a su primer novio? Lo veo en las nebulosas de las remembranzas de la adolescencia.

Si le piden la recomendación de solamente un libro suyo, ¿cuál sería? Invito a la lectura de tres: Las Genealogías, El rastro y Apariciones.

¿Ha pensado en su epitafio? No quiero pensar en eso. Le tengo miedo a la muerte.