Rinden homenaje a Ángela Gurría por sus 56 años de trayectoria

Escultura de Ángela Gurría. Foto: Especial

Paisajes, animales, flora, formas prehispánicas y esculturas monumentales son parte del trabajo de la artista mexicana Ángela Gurría (1929), quien por sus 56 años de trayectoria en el mundo de la escultura fue homenajeada anoche en la recién remodelada Sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes.

La ceremonia, organizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), inició con la proyección de un video en el que la crítica y ensayista Miriam Kaiser expresó su admiración por la maestra Gurría, cuyas obras abordan “temas mexicanos regionales pero a su vez son universales” subrayó la connotada museógrafa.

Por su parte, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Carpizo, conmovió casi al borde de las lágrimas a la escultora mexicana con sus emotivas palabras: “he visto tu universo de formas y colores, cuando termine mi viaje tu obra pasará a nuestra Universidad Nacional, merece ser contemplada por miles y miles de personas por años y años (…), Ángela mía, Ángela de nosotros, Ángela de México”.

Durante su intervención, el arquitecto Antonio Espinoza compartió con el público varias anécdotas vividas con su amiga y cómplice Ángela Gurría, además destacó el profesionalismo y talento de la artista plástica, “sus obras nos aportan una perfección geométrica poética, limpia”.

Mientras que el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, ganador del Premio Nacional de Bellas Artes (1973), enalteció la creatividad que caracteriza a la artista plástica y agradeció su entrega y pasión por la cultura, así como la herencia que le deja a México.

El catedrático de la UNAM Enrique Franco recordó que la escultora Gurría fue el primer miembro femenino de la Academia de Artes (1973). “Su obra es un elemento filosófico, dota a la escultura de su época de elementos poéticos y críticos. Gracias Ángela”, expresó el director del Museo de Culturas de Oaxaca.

Para finalizar el homenaje, Ángela Gurría recibió un reconocimiento del INBA por su trayectoria como escultora y su aportación a la plástica mexicana, de manos de Teresa Vicencio Álvarez, directora de la institución.

La ceremonia se llevó a cabo en la sala Manuel M. Ponce como parte de las actividades previas a la temporada de reinauguración del Palacio de Bellas Artes.

La primera exposición individual de la artista Ángela Gurría fue en 1959 en las Galerías Diana y su primera obra monumental en 1965, la Familia Obrera, realizada en bronce de cuatro metros de altura para la Tabacalera Mexicana.

La artista registró dicha pieza con su seudónimo porque en aquel entonces no figuraban las mujeres en un certamen para una obra de encargo.

A lo largo de su carrera realizó varios proyectos de arquitectura integral, un ejemplo de ello es “Señales”, pieza de 18 metros de altura. Los cuernos que la conforman, de color blanco y negro, hacen referencia a las Olimpiadas de México (1968), en las que los países africanos participaron por vez primera en conjunto.

agp