Un coloquio marcó la génesis de la exposición

Un coloquio marcó la génesis de la exposición
Por:
  • Helena Rangel Guerrero

El Museo del Palacio de Bellas Artes, con este fascinante contexto, decidió emprender y trazar el camino por la historia de la grana cochinilla. Para ello, en colaboración con la Secretaría de Cultura de Morelos, organizó en 2014 Rojo mexicano. Coloquio internacional sobre la grana cochinilla en el arte, donde logró reunir a los más destacados investigadores del tema, nacionales e internacionales, provenientes de los museos y centros culturales y de investigación más importantes en todo el mundo como la National Gallery de Londres, la National Gallery de Washington, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Centro de Restauración e Investigación de los museos de Francia, el Museo Nacional del Prado de Madrid, el Rijksmuseum de Ámsterdam, la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH, el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, ambos en México, entre otros.

Los aportes realizados en este coloquio sentaron las bases para Rojo Mexicano. La grana cochinilla en el arte, una exposición que destaca la importancia de este insecto desde la época prehispánica hasta nuestros días, ahora como un colorante natural para numerosos productos de consumo diario como los embutidos, los cosméticos y las bebidas; así como su uso en diversas manifestaciones artísticas, por medio de herramientas históricas y científicas que sin duda enriquecerán las investigaciones en torno a los pigmentos provenientes de fuentes naturales.

Entre las piezas más destacadas se encuentran Magdalena penitente, de Francisco de Zurbarán; San Juan escribiendo el Apocalipsis, de Maerten de Vos; Retrato de hombre en armadura, de Tiziano; Isabella Brandt, de Rubens; La deposición de Cristo, de Tintoretto;  La visita a la tumba, del inglés Joseph Turner; Madame Léon Clapisson, de Pierre-Auguste Renoir; Retrato del Arzobispo Fernando de Valdés, de Diego Velázquez; Mujeres de Argél en interior,  de Eugéne Delacroix, así como la Recámara de Van Gogh en Arlés, de Vincent van Gogh, entre muchas otras obras que revelan cómo la grana cochinilla se convirtió en pieza fundamental que dio color al arte en cada rincón del mundo.

Si por largo tiempo su cultivo y producción fue un secreto que científicos, teóricos y artistas de todas partes pretendieron descubrir, hoy su pasado es recuperado por el Museo del Palacio de Bellas Artes presentando como protagonista de esta historia al insecto que hizo del rojo un rojo perfecto.