INFOGRAFÍA: Aquaman reclama algo más que su trono

Surgido en 1941, dentro de la publicación More Fun Comics, cuyo título parecía sentenciar parte de su complicado futuro, Aquaman pasó de secundario a protagonista, sólo para que con los años se convirtiera en el objeto de múltiples burlas por parte de gran parte del público, que se negaba a tomar en serio su actitud de boyscout y sus habilidades que incluían “hablar con los pececitos”.

Ni estupendos arcos argumentales realizados por guionistas de la talla de Peter David —célebre por su interpretación de Hulk—, ni los diversos cambios en su apariencia que incluyeron barba, cabello largo e incluso que perdiera una mano —sin duda un look que le sentó de maravilla—, lograron cambiar la situación.

Algo que aunado al irregular paso del universo fílmico interconectado de DC, generaba muchas dudas con respecto al resultado de su primera aventura en solitario. Sin embargo, de la mano del responsable de exitosos filmes como Saw y El Conjuro, con la cinta Aquaman que se estrena hoy en México, el  personaje da un paso definitivo para cambiar su imagen y reclamar su lugar como un clásico de los cómics.

El Dato: El estreno más grande fue en China; debutó con 93 mdd en taquilla, una cifra récord.

Y no es que el director James Wan entregue una maravilla, en realidad sólo se dedica a saltar entre situaciones que van de los lugares comunes a una descarada mezcla de géneros, lo hace con todo el oficio del mundo, tomándose el tiempo necesario para ir delineando el universo al que pertenece, desarrollando con las motivaciones del personaje y las implicaciones de su origen dividido entre dos mundos, que detonan el porqué habrá de convertirse en algo más que un rey.

La trama no evita diálogos de fórmula, pero es entretenida y sin complicaciones, con dosis medidas de humor, que le permite aprovechar las posibilidades que su protagonista tiene más allá del usual arquetipo del superhéroe, llevándolo a la fantasía, para encontrar el tono épico de la aventura. Jason Momoa ofrece una convincente interpretación, sustentando la presencia física con carisma y honestidad, lo mismo que Yahya Abdul-Mateen II, quien encarna con convicción al antagonista, Black Manta.

En cuanto a las escenas de acción, tanto de las batallas entre ejércitos interminables y criaturas marinas insólitas, como los combates cuerpo a cuerpo que emulan las cinemáticas de los videojuegos; salvo algunas breves secuencias que evidencian el trabajo en CGI, dejarán satisfechos a quienes sólo busquen el espectáculo.

La cinta logra validar al  superhéroe para nuevas generaciones.

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