Documental ofrece una mirada de la CDMX en una ambulancia privada

En la Ciudad de México operan menos de 45 ambulancias públicas para una población de 21 millones de habitantes, ante este vacío en el sistema de salud proliferan servicios privados y uno de ellos es el de la familia Ochoa, que todas las noches se dedica a ayudar a accidentados en la capital.

Su historia llega este viernes a las salas del país, a través del documental Familia de medianoche, del realizador estadounidense Luke Lorentzen, quien durante dos semanas filmó la vida de Fer y sus dos hijos, Josué y Juan Alexis.

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“Conocí a la familia afuera de mi casa, en la colonia Roma, en la calle Chiapas, que está cerca del Hospital General. Me invitaron a subir una noche de trabajo; es un mundo tremendo de ambulancias privadas llegando a accidentes donde el Gobierno no lo está haciendo. Decidí quedarme con ellos por mucho tiempo y empezar a conocerlos”, compartió en entrevista con La Razón el realizador Luke Lorentzen.

El director, quien debutó con el documental New York Cuts (2015), no sólo se acercó con los Ochoa, sino que también se dedicó a saber cómo funciona el sistema de salud en la CDMX. “Por eso fue un proceso de tres años: 75 por ciento de lo que ves en la película fue grabado en las últimas dos o tres semanas. Fue construir una amistad y a la misma vez conocer el sistema”, detalló.

"Quería hacer una historia familiar de una perspectiva de la ciudad que nadie conoce, creo que la familia Ochoa es única, al igual que su  trabajo, hay muchos temas que salen desde su panorama que quería mostrar: las personas no piensan de las ambulancias hasta que las necesitan. Es un mundo que no es tan conocido”

Luke Lorentzen

Cineasta

En su producción, que fue finalista en las nominaciones de los Premios Oscar, el director retrata los sueños y aspiraciones de esta familia, pero también los desafíos que enfrenta cada noche que sale a bordo de su ambulancia: extorsiones por parte de policías o falta de recursos económicos.

“Es un trabajo en el que cada noche estás viendo lo peor en la vida de alguien; eso te cambia, te impacta... son momentos que nunca voy a olvidar. Es un proceso de construir maneras de canalizar esas emociones; como en la película no se observa mucho de los pacientes, eso también significa que no estuve viendo mucho, pues me enfoqué en los Ochoa, en su trabajo. No quise hacer un filme repleto de morbo”, señaló Lorentzen.

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El proyecto estuvo a cargo del cineasta y de las fundadores de la casa productora de documentales No Ficción, con sede en la CDMX, Daniela Alatorre y Elena Fortes, pues deseaba realizar un trabajo que se sintiera mexicano y que a la vez conectara con otros países.

“Quería hacer una historia familiar, de una perspectiva de la ciudad que nadie conoce; creo que los Ochoa son únicos, al igual que su trabajo; hay muchos temas que salen desde su panorama y que quería mostrar: las personas no piensan en las ambulancias hasta que las necesitan. Quería contar una historia que fuera una experiencia llena de emoción y también tuviera un elemento social”, declaró.

“El 90 por ciento de la gente a la que le pregunto no sabe que existen ambulancias privadas. En los accidentes cuando llegamos, las personas están llenas de confusión de dónde vienen las unidades y a qué hospital te van a llevar. Fuera de México es algo que no se sabe, pero sí se conocen los temas de salud privada, que está llegando cuando el Gobierno ha dejado un hueco gigante, eso existe en muchos países; en Estados Unidos, en todo el mundo”, afirmó.

El dato: En México formó parte de los festivales de Cine de Morelia, de Guanajuato y de Guadalajara, donde obtuvo el Premio Mezcal al Mejor Filme.