La noche de las nerds: una sorprendente y reflexiva cinta juvenil

Vaya agradable sorpresa la que consigue dar con su ópera prima la también actriz Olivia Wilde -Tron Legacy (2010), Cowboys vs Aliens (2012)-, pues empezando por el insípido titulo en español que le pusieron -en lugar del más sugerente Booksmart-, parecía apuntar para ser sólo una simple comedia sobre revanchas preparatorianas.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad, pues aunque si retoma los ingredientes propios de ese tipo de producciones, eso sólo es parte del universo que le sirve para plantear un consistente discurso sobre los prejuicios y la aceptación tanto de los demás como de uno mismo durante una de las etapas clave para un joven adulto, mientras va presentando una serie de arquetipos que constantemente y con toda premeditación se ven transgredidos, hasta darle forma a una propuesta que sin alcanzar la completa universalidad, sobre todo por ciertas referencias, si posee la honestidad suficiente para aspirar a convertirse en una pieza generacional.

Nos encontramos con un par de chicas que encarnan a las clásicas nerds, de esas que no van a fiestas, solo piensan en sus tareas y cuyo paso por la escuela se sostiene de la complicidad extrema que desarrollan entre ellas, la cual sirve para protegerse de la forma en que, supuestamente, las ven el resto de sus compañeros, quienes ante sus ojos son un montón de perdedores sin futuro que se la viven en el desmadre.

El último día de clases, previo a su graduación, descubren que las cosas no son lo que parecen y la supuesta superioridad intelectual que les da la dignidad para verlos por encima del hombro, se cae a pedazos. Por ello deciden embarcarse en un último y desesperado esfuerzo por recuperar el tiempo perdido, que terminará por hacerles replantear su visión de la vida.

http://www.youtube.com/watch?v=9qVmiQckZpM

Llama la atención lo bien medido de los chistes que, sin llegar a los excesos, se nutren de la irreverencia y lo escatológico dentro de un relato que entre lo estridente de una estética videoclipera, ofrece también refrescantes situaciones románticas que con naturalidad evitan las salidas obvias y van más allá de los convencionalismos, retratando el tormentoso proceso de crecimiento que va de lo idílico a lo bochornoso y de regreso.

En este afán de plantear conceptos para luego darles la vuelta, algunas situaciones resultan demasiado convenientes y las consecuencias no se dimensionan del todo, pero esto no le resta consistencia a un divertido e inteligente replanteamiento del cine juvenil, que además cuenta con un elenco que transpira espontaneidad, y más allá de la evidente química que proyectan las dos protagonistas, Kaitlyn Dever -Beautiful boy (2028)-  y Beanie Feldstein -Lady Bird(2017)- , entrega personajes secundarios extravagantes y entrañables. Una buena opción de entretenimiento y cierta reflexión en la cartelera.

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