Nomadland, una cachetada de realidad: Frances McDormand a La Razón

Para la multipremiada actriz Frances McDormand, leer Nomadland, de la periodista Jessica Bruder, significó un duro golpe de realidad, pues le permitió darse cuenta del verdadero motivo por el cual miles de estadounidenses se embarcan en las carreteras en casas rodantes: buscar mejores oportunidades de vida en una sociedad diezmada por la recesión económica. Esto la llevó a adquirir los derechos del libro, producir y protagonizar la película que es una de las favoritas en los Oscar y que se estrena mañana en México.

“La historia disipó todo mi romanticismo con respecto a tomar la carretera en una van. Fue una buena cachetada de la realidad del asunto y me permitió saber exactamente por qué tanta gente se ve atraída hacia esa alternativa en términos económicos”, comentó la actriz a La Razón.

En Nomadland, cinta que compite por seis Oscar, McDormand da vida a Fern, una mujer de 61 años que, tras la muerte de su esposo y perder su trabajo, decide vender todas sus pertenencias y comprar una casa rodante para surcar los caminos del oeste del país en busca de oportunidades laborales, para así convertirse en una nómada contemporánea.

La ganadora y aspirante al Oscar a Mejor Actriz señaló que la crisis económica y las marcadas desigualdades sociales es lo que ha obligado a muchas personas a adoptar este estilo de vida. Sin embargo, aseguró que ni ella ni Chloé Zhao, directora de la cinta, buscan dar un mensaje político, sino contar la historia de aquellos que se aventuraron en los caminos, las dificultades a las que se enfrentan y la libertad que este estilo de vida representa.

“Hay una disparidad entre los que ‘tienen’ y los que ‘no tienen’, y en cómo nos cuidamos mutuamente y logramos un mundo más igualitario. La decisión de los nómadas de vivir en movimiento tiene mucho que ver con las desigualdades económicas en Estados Unidos. Pero la intención de Chloé no es dar un mensaje político con la película, sino que nos vemos más como guías que queremos mostrarles una comunidad que tuvo que tomar algunas decisiones muy difíciles... y Chloé está contando su historia”, explicó.

Además, consideró que actualmente muchas personas optaron por emprender un viaje de este tipo en respuesta a la pandemia, ya que “salen a la carretera, incluso por un par de semanas, como respuesta a sus ganas de viajar y como reacción a la sensación de confinamiento”.

Por estos motivos, la actriz confesó que hacer la película cambió su perspectiva en torno a quienes siguen este estilo de vida, pues ahora ya no ve a sus vecinos que habitan casas rodantes de la misma manera, sino que “me da mucha más curiosidad ver cómo viven y conocer las decisiones que tomaron”, apuntó.

Frances McDormand decidió que Chloé Zhao dirigiera Nomadland luego de que vio su película The Rider (2017), pues como productora le pareció esencial que una cineasta mujer fuera capaz de emplear el western, “un género clásicamente masculino”, para contar una historia universal respecto a la superación de las adversidades, adaptar los deseos y la voluntad de sobrevivir.

“Fue una de las mejores películas que había visto en mucho tiempo… Fue como un rayo providencial”, celebró.

La ganadora del BAFTA aseguró que se sintió identificada con el personaje de Fern, pues ella proviene de una familia de clase trabajadora y “además, cuando tenía 40

y tantos años le dije a mi esposo que cuando cumpliera 65 iba a cambiar mi nombre por Fern, fumar cigarrillos Lucky Strike, beber Wild Turkey y emprender un viaje por la carretera en un vehículo recreativo.

“Así que pude hacer realidad parte de mi fantasía, ¡excepto porque yo armo mis propios cigarrillos y tomo tequila!”, dijo entre risas la intérprete.

McDormand compartió que para lograr la caracterización de los personajes del filme, la directora Zhao convivió durante un gran tiempo con las familias de los integrantes del elenco, muchos de ellos actores no profesionales y nómadas en la vida real.

“Nos observó interactuar y nos entrevistó, de alguna forma, acerca de nuestras vidas; creó nuestros personajes y nuestra amistad de ficción a partir de nuestras vidas reales”, comentó.

Asimismo, apuntó que el método de trabajo de Zhao con histriones no profesionales es diferente al resto de los cineastas con los que ha colaborado, pues tiene mucho que ver con honrar la vida de las personas, más que el proceso de hacer una película.

“Lo que pasaba es que estábamos presentes en la vida cotidiana de otras personas. No buscábamos interrumpir sus vidas. Pedimos que nos invitaran a sus realidades mientras las vivían”, abundó.

La grabación de Nomadland se desarrolló a lo largo de cinco meses en 2018, tiempo en el que el equipo vivió en casas rodantes, que viajaron de Dakota del Sur a Nebraska, atravesando siete estados del oeste estadounidense.

Respecto a su experiencia en el camino, McDormand aseguró que el crew tuvo que convertirse en una máquina perfecta y ser capaz de resolver cualquier dificultad que se les atravesara.

 “Yo era la mayor, con 61 años, y creo que el más joven tenía 24. Éramos una maquinita perfecta, de lo más aceitada y eficiente, nos volvimos como un organismo vivo... realmente era una relación muy estrecha. Todos asumían otras tareas cuando hacía falta algo y por ello podíamos avanzar rápidamente e improvisar cuando era necesario, y de alguna forma vivir en la comunidad de los nómadas sin ser disruptivos”, externó.

Además, como parte de su papel de Fern tuvo que trabajar en una planta de cosecha de betabeles, el café de un lugar turístico y en un campamento de un parque nacional. Y aunque no laboró en dichos lugares los que los empleados deben cubrir en la vida real, sí buscó transmitir en la pantalla las consecuencias de dichas jornadas.

“Intentamos dar la impresión del trabajo real y sus consecuencias: las dificultades y molestias físicas para una persona mayor, pero también la alegría de trabajar y vivir en la naturaleza —como en el campamento— y el sentido de un propósito, además de los ingresos que uno puede obtener con estos empleos”, finalizó la actriz.