Parásitos, una sátira profunda del rostro del clasismo actual

Parásitos, una sátira profunda del rostro del clasismo actual
Por:
  • jesus_chavarria

Sin duda, Bong Joon-ho —quien hace unos años estuvo presente en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato—, responsable de películas como The host (2006)  y Snowpiercer (2013), se ha convertido en uno de los directores que mejor saben conjugar sus gustos personales con los intereses del público, las posibilidades del mercado y las exigencias de los sectores académicos —incluso los más conservadores—, quienes no pueden sino terminar rendidos ante la elocuencia emocional, el ojo crítico y la capacidad técnica que demuestra en Parásitos, su más reciente película, que el pasado miércoles llegó a las salas comerciales del país.

Sorprende cómo, sin dejar de lado sus influencias provenientes del cine de género, las producciones de Serie B y la televisión occidental, ni traicionar sus inquietudes creativas, Joon-ho construye una sátira social que deambula, con soltura y precisión, por la comedia, el drama y el thriller —no exento de violencia y humor negro—, acentuando así los matices propios de la realidad, para delinear —sin piedad alguna— el actual rostro del clasismo y la dolorosa naturaleza de la orfandad.

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La trama muestra cómo las precarias condiciones en las que vive un joven junto con sus padres y su hermana en Seúl, que día a día se las ingenian para satisfacer desde las necesidades básicas hasta robarse el Wifi de los vecinos, cambian cuando consigue trabajo, dando clases a la hija de un matrimonio acaudalado. Esto dará inicio a una peculiar y retorcida invasión que terminará involucrándolos a todos en un choque más salvaje e inesperado.

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El juego de ingeniosa alevosía, que se permite el director coreano a la hora de trastocar los roles, es el motor del relato y la clave para ofrecer personajes que pueden ser tan empáticos como desagradables y que transitan huyendo, chocando y enredándose consigo mismos en las entrañas —a veces pulcras, pero asfixiantes; otras más oscuras, pero liberadoras— de una casa convertida en el escenario para mostrar la batalla aspiracional que resquebraja, destruye y reinventa el núcleo familiar de las formas más inesperadas.

Quizá el pulso le tiembla hacia la parte final, cuando, en un afán de compensar haber llevado hasta el límite la contención del aliento del desarrollo, permite que el epílogo se alargue un poco de más. Sin embargo, esto es un detalle menor ante la fuerza reflexiva de lo que, sin duda, es un ejemplo de cine inteligente y profundo, que evita los convencionalismos, que se transforma constantemente para hacer una desencantada declaración de la dignidad, y se convierte en una seductora pesadilla de la convivencia, pero mantiene siempre una clara vocación por el entretenimiento.

Proyectada por primera vez en México durante el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia y ganadora de la Palma de Oro en Cannes, Parásitos es tan inquietante como conmovedora y divertida. De las mejores películas del año y tiene que verse.

Parásitos

Director: Bong Joon-ho

Género: Drama / Thriller

País: Corea del sur

Año: 2019