The Punisher, Netflix y Marvel lo hacen otra vez

Cuando parecía que el apartado del universo Marvel que está dedicado a la pantalla chica vía Netflix, estaba destinado a sostenerse solo de las hasta ahora excelentes temporadas de Daredevil, sobre todo después de las irregulares Luke Cage y Jessica Jones, la lamentable Iron Fist y la apenas aceptable Defenders; llega The Punisher -que retoma la creación de Gerry Conway, Ross Andru y John Romita- para no solo enderezar el barco, sino darle un impulso gigantesco.

El primer acierto sin duda está en que sabe aprovechar la brutal presentación que tuvo en la ya mencionada serie del célebre abogado ciego, apostando primero por plantear un personaje con sustento emocional, que pareciera mucho más sumergido en la implosión, pero que en el momento adecuado da rienda suelta a una vorágine de violencia en donde no hay empacho para mostrar cráneos fracturados, huesos rotos y estallidos de viseras entre otras linduras. Es este contraste, en donde la estridencia visual cobra sentido gracias a la profundidad de los silencios que le preceden, lo que va delineando la personalidad de este vigilante sociópata, sumergido en la orfandad, que ya solo es capaz de sentir a través del dolor y la venganza.

La trama maneja líneas argumentales firmes, y aunque por momentos la tensión del relato parece diluirse, logra mantener la atención del espectador, si es que este tiene estómago para seguir el casi febril andar del veterano de la guerra de Irak, Frank Castle, cuya familia fue asesinada.

El actor Jon Bernthal -The Walking Dead- había mostrado excelentes formas durante la introducción del personaje y aquí, basándose en el estupendo corto protagonizado por Tomas Jane -que fue así como se reivindicó, luego de la olvidable versión que hiciera sobre el mismo Punisher en 2004 - y Ron Pearlman, titulado Dirty Laundry; ofreciera una interpretación intensa y llena de matices, viceral y por momentos apabullante. Sin duda se trata del Punisher más convincente desde aquel de Dolph Lundgren entregará en 1989. Mención aparte merece la buena réplica que le dan Ben Barnes, quien encarna a quien habrá de convertirse en uno de sus más encarnizados enemigos, además de Amber Rose Revah que interpreta a Dinah Madani, una agente especial entrenada y cuya misión es capturarle.

Así pues, sin duda estamos ante una de las mejores adaptaciones de un personaje de Marvel, y que por si fuera poco, plantea un inicio que no podría ser mejor para el mismo ¿Que pasa cuando el castigador ha castigado a todos los que causaron su dolor? ¿Cual es el siguiente paso para alguien como Punisher? La respuesta está en los 13 episodios disponibles en Netflix.