Acapulco se volvió basurero, pesadilla

Acapulco se volvió basurero, pesadilla
Por:
  • larazon

Foto Especial

“Ni agua ni comida, sólo golpes y filas”

El viaje de Zenaida Cuéllar y su esposo Víctor Ramírez pasó de la alegría por visitar a unos amigos, en Punta Diamante, en Acapulco, a la de una pesadilla...

Con la ilusión de pasar el puente de fiestas patrias en la playa, la pareja llegó el jueves 12 de septiembre, pero el mal tiempo pronto les arruinó los planes.

Las lluvias provocadas por los fenómenos meteorológicos, Ingrid y Manuel, los obligaron a permanecer más de lo esperado.

“La situación está muy fea, no hay comida ni agua”, relata en entrevista con La Razón.

“La gente se agarra a golpes para poder entrar al súper. Incluso, en el Oxxo hay colas como de 100 personas para obtener algo”, subraya.

“No hay nada... los establecimientos han empezado a cerrar. Lo único que abunda son cervezas y alcohol y es lo que nadie compra”, lamenta la joven de 27 años quien trabaja en un Call Center en la Colonia Roma.

“Por si fuera poco no te reciben tarjetas de crédito, solo efectivo. Entonces tienes que guardar tu dinero o más bien racionarlo”, expresa Zenaida, quien señala que no hay vuelos para retornar al DF y los pocos que se han abierto tienen cupo para dentro de tres días, debido a que muchas personas también quieren salir del puerto por aire ya que no hay corridas de autobús.

“Hay animales muertos. El mar es un basurero. Estamos viviendo una pesadilla, los olores son insoportables”, relata la mujer que no sabe cuándo regresará a la ciudad de México.

“Se roban plasmas, colchones, hornos...”

Algunos luchan por obtener comida, pero, otros, una minoría en Acapulco, dice Clara Martínez, aprovechan las afectaciones para cometer actos de rapiña en centros comerciales y mercados.

El martes, “mientras comprábamos agua y latas de atún para seguir pasando los días en este sitio hasta que podamos volar de regreso a la ciudad de México, varias personas ingresaron al Costco en que nos estábamos y se llevaron pantallas de plasma, hornos de microondas, algunos hasta colchones... se pusieron agresivos y hasta agredieron a las personas que realizaban sus compras”, señala a La Razón Clara, quien junto con su hermano, Francisco, permanecen varados en el puerto.

Clara menciona que ante los saqueos y robos, los marinos implementaron retenes en la zona, para quitarles a las personas cualquier objeto que no fuera comida.

A pesar de que en el hotel en que se hospedan ya cuentan con comunicación telefónica celular y se reparan los servicios de electricidad y agua potable.

Sobre su regreso, señala Francisco, “mi papá nos había comprado los boletos de avión con anticipación; sin embargo Aeroméxico se comunicó con nosotros y nos dijo que nuestro vuelo se había pospuesto y tardaría dos días. Me siento angustiado, no me he presentado a trabajar”, lamentó el joven de 29 años, quien trabaja en un despacho de abogados.