Aclaraciones del Tercer Informe de Gobierno

En las épocas gloriosas del régimen priista, el 1º de septiembre era una fecha de gran expectativa. Era el día en que el país literalmente se paralizaba para ver y escuchar al Presidente de la República dar un sentido mensaje a los ciudadanos sobre la situación del país en el año inmediato anterior. Las escuelas y las oficinas paraban sus actividades para que todos estuvieran en disposición de presenciar el largo mensaje que el Presidente en turno rendía ante el Congreso de la Unión, en medio de arengas y suntuosos actos protocolarios que parecían recrear la coronación del César en la antigua Roma.

Pero esas épocas ya quedaron atrás, y desde hace algunos años se ha optado por una versión más ejecutiva del acto, en donde en el primer día del mes de septiembre, el Presidente cumple con la obligación de entregar físicamente su informe de labores a los legisladores, mientras que puede optar por dirigir o no un mensaje a la ciudadanía, mucho más breve e informal que los de antaño. De lo que sí nadie se salva es de la serie de spots difundidos en radio y televisión –tan habituales y socorridos en nuestro flamante sistema político- a través de los cuales a lo largo de varios días se nos da cuenta de las principales acciones emprendidas por el gobierno federal durante el último año de gestión.

En la víspera del 1º de septiembre de 2015, fecha en que el presidente Peña hará entrega de su tercer informe de labores, esta semana comenzaron a fluir los mensajes respectivos sobre el estado de la economía, el desarrollo social, la seguridad, el impacto de las reformas, y todo lo bueno que el gobierno considera que se ha realizado hasta el momento –aunque para la mayoría ciudadana no quede del todo claro a qué país está haciendo referencia el señor Presidente.

Así que aprovechando la flexibilidad del nuevo formato del Informe –y tal y como lo hizo de forma por demás oportuna sobre el asunto de las calcetas-, hago uso de este espacio para sugerir algunos temas ocurridos durante el último año sobre los que nos podría hacer algunas aclaraciones el Presidente: cuáles son las conclusiones (si las hubiere) del caso Ayotzinapa; qué le parecieron las cifras del CONEVAL sobre el incremento del número de pobres en el país; cómo vamos con la corretiza a El Chapo; de dónde echaremos mano ante los pobres precios internacionales del petróleo; qué opina del papelón del Partido Verde, su aliado político, durante las últimas elecciones; y tal vez pudiera adelantarnos algún otro posible conflicto de interés sobre el que vaya a ser exonerado próximamente por la distinguida Secretaría de la Función Pública.

Quizás el único aspecto que nos regresará a aquellas épocas de ceremonias faraónicas y que nos seguirá haciendo vibrar a todos los mexicanos, es el precio del dólar que nos tiene a todos con la adrenalina al máximo, viendo cómo sube y sube, sin que se vea adónde vamos a parar –como dice la canción. Este tema merece mención aparte y la elaboración de un spot al respecto estoy seguro que no estará de más.

Considerando que aún hay algunos días para echar a andar de nuevo la casa productora de spots, ojalá y estas humildes sugerencias sean tomadas en cuenta para que todos quedemos libres de dudas.

eduardonateras@hotmail.com

@eNateras