Denuncia extitular de Pemex a Gertz por presunta tortura a Lozoya para incriminarlo

El exdirector de Pemex Carlos Treviño Medina presentó una denuncia penal en contra del titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero y del fiscal de Control Competencial, Juan Ramos López, por el delito de tortura cometido presuntamente contra Emilio Lozoya, que derivó en que este último hiciera señalamientos falsos en su contra.

De acuerdo con la denuncia presentada ante la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos, Carlos Treviño sostienen que las presiones a las que Gertz Manero y Ramos López sometieron a Emilio Lozoya y su familia, forzándolo a no pelear su extradición, desistirse de amparos y hasta cambiar de abogados, representan una forma de tortura psicológica y emocional contemplada en el artículo 24 de la ley en la materia.

“Lo que se busca con esta denuncia de hechos no es defender al señor Emilio Ricardo Lozoya Austin, sino abrir el espectro de los responsables de los delitos que han generado afectaciones a Carlos Alberto Treviño Medina, por cuyas instrucciones actuó para evitar que se siga erosionando el Estado de derecho en México”, señala la defensa.

El documento también resalta que, el que Emilio Lozoya sea víctima de tortura, no cambia el hecho de que, en su carácter de director general de Pemex, aceptó sobornos que utilizó únicamente para sus intereses y beneficio personal, así como el de sus familiares.

“Por el contrario, se puntualiza que, como consecuencia de las mentiras en que incurrió, se han causado daños irreparables e incalculables al señor Carlos Alberto Treviño Medina y a las demás personas señaladas falsamente por el señor Emilio Lozoya Austin. Esto, sin perjuicio de que hubiere elegido incriminar a más personas de las que se le indicó por su animadversión personal contra ellas”, se puntualiza.

Detalla que la denuncia de hechos “falsos” firmada por Emilio Lozoya, y que involucran a Carlos Treviño, fue obtenida por medio de tortura psicológica o mental, que también lo obligó a allanarse materialmente al procedimiento de extradición y a cambiar de defensores por unos elegidos por la propia Fiscalía.

El texto resalta que se pretendió ocultar el origen (tortura psicológica) de dichas manifestaciones “falsas”, obligando a Emilio Lozoya a firmar una denuncia de manera voluntaria y espontánea, como si fuera denunciante y no imputado, colocándolo fuera del marco de la regulación de un criterio de oportunidad.

“Mientras el señor Lozoya Austin fingía que cooperaba proporcionando información, la Fiscalía General de la República… realizaba una persecución política contra diversas personas, pero nada para constatar los dichos del señor Lozoya Austin, evidentemente, porque se sabía desde un inicio que eran falsos.

“Sin embargo, eso tuvo que acabarse cuando el señor Lozoya Austin fue captado comiendo en un restaurante de lujo por la periodista Lourdes Mendoza, como consecuencia de lo cual se le privó de la libertad y se le sujetó a prisión preventiva”.

FGR