¿Por qué no se debe felicitar a las mujeres el 8 de marzo?

¿Por qué no se debe felicitar a las mujeres el 8 de marzo?
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  • la_razon_online

Colectivos feministas han logrado visibilizar que los mensajes para felicitar a las mujeres el 8 de marzo recrean estereotipos y micromachismos, es decir, esas acciones cotidianas y casi imperceptibles y aceptadas que suponen una supuesta superioridad masculina.

El Día Internacional de la Mujer es una fecha para recordar una serie de conmemoraciones históricas que busca generar reflexión sobre la lucha de las mujeres para ganar espacios, visibilidad y participación igual que los hombres; sobre la libertad de decidir sobre sus cuerpos y su sexualidad y no un día para felicitarlas y menos para darles regalos como enseres domésticos o que resalten su “feminidad”.

Durante este día es común ver que a través de las redes se esparcen “felicitaciones” que más que ayudar al movimiento de las mujeres por exigir el reconocimiento de sus derechos y la erradicación de las violencias machistas perpetran estereotipos de lo que es “ser mujer”.

[caption id="attachment_1117547" align="aligncenter" width="843"] Este día abundan las felicitaciones que estereotipan a las mujeres.[/caption]

La conmemoración no es una flor sino la exigencia de igualdad

“La conmemoración del 8 de marzo no es una flor en papel celofán, no es un desayuno para las mujeres de la oficina con rifa de electrodomésticos, no son mensajes de WhatsApp y redes sociales, de lo dulce y delicadas que somos y de cómo los hombres no podrían vivir sin nosotras, o un Gif de flores rojas.  Es la exigencia de la igualdad y de la equidad entre hombres y mujeres”, considera Jacqueline L´Hoist Tapia, defensora y especialista en derechos humanos.

Además, sostiene que el Día Internacional de la Mujer debe visibilizar las problemáticas a partir de la desigualdad entre hombres y mujeres, “en el acceso a la educación, a la salud, el derecho a decidir sobre nuestras vidas, a la exigencia de un trato igualitario en el trabajo, en la familia, en la escuela y a la eliminación de la violencia a la que somos sujetas por nuestras parejas y por el entorno social”.

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Empezar por eliminar el lenguaje sexista y reconocer las violencias que sufren las mujeres

En un artículo publicado en La Razón, L`Hoist Tapia sostiene que uno imaginaría que las diferencias no deberían existir, “que hombres y mujeres, como parte de la naturaleza humana, deberíamos desarrollarnos armónicamente, pero desafortunadamente no es así”.

Prueba de ello, afirma, es que las mujeres ganan hasta un 30% menos que los hombres en puestos iguales o similares; ellas no tienen derecho a decidir sobre su sexualidad y maternidad; 10 mujeres son asesinadas al día por su pareja afectiva; son las principales sujetas a trata de personas y abuso sexual; sufren acoso en el trabajo, transporte público y en la calle y, si son víctimas y denunciamos, ponen en duda sus declaraciones, además de que les toca asumir todos los cuidados en el hogar.

Sin embargo, propone alternativas, “¿Que cómo le podemos hacer para avanzar? Eliminemos el lenguaje sexista de nuestra forma de hablar, reconozcamos que las mujeres, niñas y adolescentes viven abusos sexuales y violencias diversas y acompañemos sus denuncias, busquemos la igualdad reconociendo la equidad como la herramienta para eliminar la discriminación”.

Regalos vacían de contenido al Día Internacional de la Mujer

“En mi opinión, las rosas, los chocolates, los días libres sólo para mujeres, los comentarios sexistas y otros ritos similares vacían de contenido a este espacio político que nace de diversas movilizaciones locales que lograron establecer un diálogo global desde hace más de cien años. Este vaciamiento provoca olvido y distracción de una problemática social recurrente, y contribuye a la inacción”, escribió en un artículo publicado en Nexos la feminista y abogada por el ITAM, Regina Larrea Maccise.

Para ella la felicitación con regalos y frases analiza y anula la razón de ser del Día Internacional de la Mujer que busca generar la participación y movilización en las calles.

“Discutamos lo que nos afecta, lo que nos beneficia, y lo que queremos cambiar de la estructura social. Hagamos lugar para la organización y acción política colectiva en nuestros grupos sociales. El 8 de marzo es un buen día para ello. Confieso que para mí cualquier día lo es. Esta conciencia es parte de la herencia política de esas mujeres, y eso es algo que yo definitivamente celebro hoy”.

kl