Militarización se consolida como política de Estado, advierte Integralia

La organización Integralia, encabezada por expresidente del otrora Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, advirtió que la militarización se consolida como política de Estado con el traslado de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

En el reporte “La Militarización en México, hacia la consolidación de una política de Estado”, advirtió diversos riesgos que pueden afectar al país y señaló que en los hechos ha sido una extensión material y operativa de las Fuerzas Armadas, pese a que se consolidó el pasado 8 de septiembre.

Además, las Fuerzas Armadas han tomado el control operativo y directivo de más de 20 funciones ajenas a las de naturaleza castrense; por ejemplo, construcción de infraestructura civil, administración de aduanas marítimas y participación en la operación de programas sociales.

La organización detalló que también se caracterizan por su opacidad, porque no informan sobre asuntos fundamentales para conocer su operación y evaluar su desempeño, tales como sus políticas y programas, su despliegue territorial o los eventos relacionados con presuntas violaciones a derechos humanos.

Por este motivo, señala que la participación del Ejército como proveedor de servicios aumentará su peso en la toma de decisiones gubernamentales, fuera del contexto bélico.

La militarización fortalece la dependencia sobre las instituciones castrenses y la superioridad material del Ejército con relación a las policías locales favorece la concentración del poder; además, la creación de la GN y los recortes de apoyos locales en materia de seguridad han terminado por desplazar la tarea urgente de profesionalizar y equipar a los cuerpos policiacos civiles estatales y municipales.

Otros riesgos son que los militares carecen de competencias para abordar asuntos civiles y las instituciones militares están menos sujetas a mecanismos de contrapeso. 

Aunado a ello, los constantes elogios en el discurso oficial y el arropamiento político incondicional pueden incentivar a los cuerpos castrenses a alejarse de la lealtad institucional a la Constitución Federal y acercarse a la simpatía y el respaldo al proyecto político del Gobierno en turno.

CEHR