El papa Francisco falleció este 21 de abril por la mañana (hora local del Vaticano), después de meses durante los cuales presentó un estado de salud delicado que, incluso, provocó que permaneciera hospitalizado un mes en Roma.
La muerte de Francisco fue informada por el cardenal Kevin Farrel, quien detalló que el sumo pontífice “regresó a la casa del Padre”. Sin embargo, no fue hasta horas después que la Santa Sede detalló la causa de muerte de su líder: ictus cerebral, coma y colapso cardiovascular irreversible.
Llamó la atención que esta causa de muerte parece estar poco relacionada con el diagnóstico de neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado un mes en el Policlínico Gemelli de Roma. Incluso, el Papa Francisco se recuperó cabalmente de este padecimiento.
¿Qué es el ictus cerebral y el colapso cardiovascular irreversible?
En una nota enviada a la prensa, el Vaticano informó que se corroboró el deceso de Jorge Mario Bergoglio, nombre real del papa Francisco, mediante prueba de electrocardiograma.
Además, se detalló la causa de muerte: ictus cerebral, coma y colapso cardiovascular irreversible.
El ictus cerebral también se conoce como accidente cerebrovascular, una condición médica grave que ocurre cuando se interrumpe o reduce el flujo de sangre a una parte del cerebro, lo cual puede provocar parálisis, dificultad para hablar o entender el lenguaje, problemas de visión, mareos, fuertes dolores de cabeza y, en casos graves, un estado de coma. Esto último fue lo que ocurrió a Bergoglio.
La causa de los ictus isquémicos son variadas, y van desde obstrucciones en vasos hasta rupturas de los mismos, las cuales, a su vez, son provocadas por causas como arteriosclerosis, coágulos sanguíneos o lesiones.
Si bien el Vaticano no informó qué exactamente provocó esta condición a Francisco, es probable que complicaciones derivadas de sus últimas cirugías, o el débil estado de salud en el que ya se encontraba, hayan favorecido la aparición de estas lesiones.
Por otro lado, el colapso cardiovascular irreversible es un estado crítico en el que el sistema circulatorio falla de manera aguda, el cual provoca una insuficiencia extrema para mandar sangre a los tejidos vitales. Se considera un paso antes del paro cardiaco.
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