Aceleran los rescates por inundación en Colorado

Aceleran los rescates por inundación en Colorado
Por:
  • larazon

Foto: Especial

LYONS, Colorado— Por aire y tierra, las autoridades ayudaban el sábado a acelerar el rescate de cientos de residentes de Colorado que quedaron varados por las épicas inundaciones. Con las aguas procedentes de las Montañas Rocallosas, los ríos llenos de restos flotantes formaban un mar de lodo sobre aldeas y cultivos.

Las autoridades dijeron que había cuatro muertos. Más de 200 personas siguen desaparecidas en el condado de Boulder, pero el número podría incluir personas que siguen atrapadas o que escaparon pero no se han puesto aún en contacto, dijo el alguacil.

Helicópteros y centenares de soldados de la Guardia Nacional recorrieron kilómetros de terreno montañoso en busca de personas varadas, mientras comenzaban a escasear los alimentos y el agua potable en poblaciones remotas aisladas desde el martes. Miles de personas fueron sacadas de sus casas en convoyes.

Por primera vez desde que comenzaron las inundaciones el miércoles, Colorado pudo ver la extensión de la devastación y la realidad de lo que se está convirtiendo en un desastre de largo plazo. La crecida afectó partes de una zona superior a los 11 mil 600 kilómetros cuadrados, una extensión casi del tamaño del estado de Connecticut.

Los helicópteros de la Guardia Nacional acudieron a la aldea montañosa de Jamestown el viernes por la noche, luego que la población quedó aislada por el agua que circula por un cañón sobre el que se asienta el lugar. Los helicópteros evacuaron a casi 300 personas y sus animales hogareños.

Las labores de rescate se concentraron igualmente en la aldea de Lyons, donde la Guardia evacuó casi 800 personas por tierra para el sábado por la mañana.

Más de una decena de helicópteros estuvieron disponibles en esas operaciones.

"Tenemos la capacidad de acudir cuando haga falta y a donde haga falta", dijo la sargento Cheresa Theiral.

Se esperaba más lluvia el fin de semana y el panorama para los que prefirieron quedarse era sombrío: semanas sin electricidad, servicio de telefonía celular ni agua potable.

"En esencia, lo que nos decían era que si nos quedábamos estaríamos aquí por un mes", dijo Dean Hollenbaugh, de 79 años, evacuado en helicóptero de Jamestown, al noroeste de Boulder.

Para quienes aguardaban la llegada de los helicópteros, los soldados arrojaron alimentos, agua potable y otros suministros a los residentes de los cañones que cortan las estribaciones de las Montañas Rocallosas.

Aunque el número de muertes confirmadas es de cuatro, las autoridades temen que puedan aparecer más cadáveres en las zonas que siguen siendo inaccesibles.

"Lo que ocurre en estos acontecimientos es que no sabemos lo que no sabemos", dijo el alguacil del condado de Boulder Joe Pelle.

A medida que aumenta la crecida, miles de personas huyeron de las aldeas montañosas y los ríos, que siguen llevando un gran caudal y se desbordaron el sábado.

Una de ellas fue Mary Hemme, de 62 años, sentada frente a la iglesia Lifebridge Christian en Longmont. Llevaba unos calcetines de color púrpura, un recuerdo de sus más de 30 años en una escuela elemental de Lyons. Muchos de los evacuados recibieron calcetines secos porque casi todos tenían los pies mojados, dijo Hemme.

"Lo más terrible fue cuando subí al acantilado y miré hacia abajo. Todo se veía muy mal, (el agua) se llevaba a los coches como juguetes" dijo Hemme. "Tenía tanto miedo de morir, el agua llegó tan rápido".