Bolsonaro da luz verde a explotación en la Amazonia

Las promesas de campaña, que para muchos brasileños sonaron como amenazas, del ultraderechista Jair Bolsonaro, se convirtieron ayer en decreto presidencial. El nuevo mandatario firmó una ordenanza que dispone que la demarcación de las tierras indígenas deje de ser responsabilidad de la Fundación Nacional del Indio (Funai), para pasar al control del Ministerio de Agricultura, una medida que abre la puerta a la explotación de los recursos naturales de la Amazonia.

“Más del 15 por ciento del territorio nacional es demarcado como tierra indígena y quilombola (poblados por exesclavos fugitivos). Menos de un millón de personas viven en esos lugares aislados de Brasil, explotadas y manipuladas por las ONG. Juntos vamos a integrar a esos ciudadanos y a valorar a todos los brasileños”, tuiteó Bolsonaro, tras firmar el decreto.

De acuerdo con la disposición, el Ministerio de Agricultura tendrá a cargo todo lo relacionado con “la reforma agraria, la regularización de la propiedad en áreas rurales en la Amazonia legal (no sólo el estado Amazonas)], las tierras indígenas y los quilombola”.

Agricultura abraza en la nueva administración los intereses del agronegocio, que entran en frecuentes conflictos con organizaciones de trabajadores rurales, con los grupos indígenas y de protección al medio ambiente.

Bolsonaro designó ministra de AgriculturaTereza Cristina da Costa, una partidaria de los agrotoxicos y la producción de alimentos a gran escala. Al asumir el cargo ayer dijo que esta medida no reducirá el número de demarcaciones indígenas.

“No nos metamos en un problema que no existe. Es sólo una cuestión de organización”, dijo la polémica ministra, quien como líder de la bancada empresarial en la Cámara de Diputados dio a Bolsonaro un apoyo decisivo en la campaña electoral.

A través de un comunicado, la Funai indicó que “respeta la decisión del nuevo gobierno y seguirá cumpliendo con la misión institucional de proteger los derechos de los pueblos indígenas”.

La ordenanza aún tendrá que ser aprobada por el Congreso brasileño en un plazo de 60 días (el plazo es renovable).

“¿Vieron? El desmembramiento ya empezó. La Funai ya no es más responsable de la identificación, delimitación, demarcación y registro de tierras indígenas”, tuiteó la líder indígena Sônia Guajajara, quien en las elecciones de octubre fue candidata a vicepresidenta del candidato Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad (Psol).

Greenpeace también se pronunció: “Es extremadamente preocupante para los derechos originales de los pueblos indígenas y el futuro de las florestas, pues son las áreas protegidas la forma más eficiente de evitar la deforestación”.

El Dato: La Fundación Nacional Indígena, que estaba ligada al Ministerio de Justicia, pasará al Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos.

PONE A LAS ONG BAJO SUPERVISIÓN. Apenas unas horas después de asumir el poder, Jari Bolsonaro firmó otro decreto que establece que las organizaciones internacionales y las no gubernamentales (ONG) sean supervisadas por la Secretaría del Gobierno, una oficina que depende de la Presidencia de Brasil.

También excluyó a la población LGBT como beneficiaria de las políticas y destinadas a la promoción de derechos humanos del recién creado Ministerio de la Mujer y de los Derechos Humanos.

José Miguel Vivanco, director de la división para América de Human Rights Watch (HRW), dijo que preocupa “el uso de los términos ‘supervisar’ y ‘monitorizar’, lo que sugiere una falta básica de comprensión del rol independiente que estas entidades tienen en cualquier sociedad abierta y democrática”.

La Secretaría de Gobierno “siempre tuvo un papel de interlocución con la sociedad civil (...), nunca de control”, afirmó Juana Kweitel, directora ejecutiva de Conectas, una ONG enfocada en la defensa de los derechos humanos.

Hace frente con EU contra el chavismo

Los jefes de la diplomacia de EU y Brasil afirmaron que “pretenden trabajar juntos” para que haya “cambios” en Venezuela, Cuba y Nicaragua, países a los que consideran regímenes antidemocráticos.

“Hablamos sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua. Esos son lugares en los que las personas no tienen la oportunidad de expresar sus visiones. Ese tipo de cosas son las que pretendemos trabajar juntos”, dijo Mike Pompeo, secretario de Estado estadunidense, de visita a Brasilia.

Menos de 24 horas después de la toma de posesión de Bolsonaro, el jefe de la diplomacia estadunidense se reunió con su homólogo brasileño, Ernesto Araújo, que evocó “una nueva etapa” en las relaciones bilaterales.

“Generaremos empleos y oportunidades de negocios y nuevas iniciativas en todas las áreas”.

Bolsonaro quiere acercar su Ejecutivo al de EU y ya indicó que seguiría algunas de las controvertidas políticas de Trump, como reconocer a Jerusalén como capital de Israel.

Te puede interesar:

http://www.3.80.3.65/mundo/indignacion-en-argentina-por-violacion-a-una-menor/

http://www.3.80.3.65/mundo/trump-aferrado-a-muro-alarga-cierre-de-gobierno/