Empuja EU gasto de 6 billones de dólares en 2022

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, plantea un monto de seis billones de dólares de gasto corriente para el año fiscal 2022; cifra que en caso de aprobarse será la mayor del país en los últimos 80 años con miras a financiar su planes económicos tras la pandemia.

El diario New York Times, que tuvo acceso a documentación en torno al primer y ambicioso proyecto en la era Biden, reveló la cifra un día antes de que el mandatario demócrata presente éste, destacando que se trata de la más elevada desde la Segunda Guerra Mundial.

Además, prevé aumentarla año con año, incluso después de su gestión —que superaría la posibilidad de un segundo mandato— para alcanzar en una década los ocho billones de presupuesto, con déficits de más de 1.3 billones de dólares, en busca de garantizar la reconstrucción de la clase media y de la industria.

Según los primeros reportes, Biden justifica esta alza significativa como parte de su primera solicitud al Congreso con el aumento de impuestos a las grandes corporaciones y a las personas con altos ingresos, pues se trata de un tema crucial para mantener la competitividad y el liderazgo del país a nivel mundial.

Con estos recursos garantiza su Plan de Empleo y el Plan de Familias Estadounidenses, pues con ellos, según la Casa Blanca, la administración de Joe Biden prevé contener el déficit presupuestario durante los próximos 15 años.

Además, sus planes se enfocan en temas prioritarios como apoyo escolar desde guardería hasta universidad, subsidios por cuidado infantil, licencias pagadas para padres, proyectos de salud como Medicare, migración y acciones contra el cambio climático, confirmaron funcionarios bajo anonimato.

También contempla un crecimiento económico de 4.2 por ciento para el próximo año, ligeramente menor al previsto para éste, que fue de cinco por ciento, y se estima un alza en el gasto militar.

En un evento posterior a la filtración del paquete económico, Biden defendió la inversión pública en el país, al afirmar que las finanzas están bien y esto no ha sido de manera fortuita, sino que es el resultado de las políticas implementadas y el nivel de inmunización alcanzado, que ya supera 50 por ciento de adultos completamente inoculado.

“Pasó por dos razones: hicimos de la campaña de vacunación una prioridad y nuestro plan económico está funcionando”, expresó de visita en Ohio al refrendar que su administración busca construir un nuevo paradigma en la materia.

Ante habitantes en un centro universitario en Cleveland, reiteró que todas sus acciones buscan devolver un poco a la clase media lo que ha hecho por el país.

Por ello, insistió “es el momento de sentar las bases que hemos establecido, de hacer inversiones audaces en nuestras familias, en nuestras comunidades, en nuestra nación”.

También resaltó la creación de empleos con 1.5 millones en su primer trimestre como mandatario, la cifra más alta para el inicio de un Gobierno; mientras que el desempleo se ubica en el nivel más bajo durante la pandemia.

Y agregó que Estados Unidos requiere “construir una economía de abajo hacia arriba” y no al revés, como ocurrió en gestiones pasadas.

Sin embargo, este planteamiento se enfrenta a la oposición republicana, que actualmente negocia el plan de infraestructura en el Congreso que Biden rebajó de dos a 1.7 billones de dólares, pero que ésta pide bajarlo a menos del billón.

Además, republicanos han tachado de excesivos los proyectos del sucesor de Donald Trump, por lo que en muchos temas económicos han presentado contraofertas. Y hasta reprocharon que, aunque busca impulsar a las familias desprotegidas o de bajos ingresos, estos números también le impactarían a ese sector.

Incluso, algunos adversarios advirtieron que esto podría llevar a niveles peligrosos la deuda, pues según su planteamiento a finales de su mandato (2024) ésta se elevaría al nivel más alto, superando también los datos de la era de guerras.

Biden reconoció que en este camino económico podría haber algunos baches, en referencia a las dudas de legisladores, tanto republicanos como demócratas, pero insistió que llegó el momento de “hacer inversiones valientes”.

Incluso, ironizó sobre el avance y el respaldo legislativo al señalar que, aunque no respaldaron sus políticas, ahora “muchos miembros de la oposición asumen el crédito por lo que hicimos”, y aprovechó para pedirle a éstos que no obstaculicen la reactivación. Y exhortó a la grandes compañías a hacer su parte y pagar lo que les corresponde para fortalecer la economía estadounidense.