Macron revisa salida radical por escalada violenta en Francia

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, estudia la posibilidad de imponer el estado de emergencia para evitar que se repitan los disturbios que golpearon el fin de semana a París, los peores en más de una década. Con esta advertencia, el mandatario intenta llevar a manifestantes al diálogo, aseguró el portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux.

“Tenemos que pensar en las medidas que podemos tomar para que estos incidentes no vuelvan a ocurrir”, declaró ayer, luego de revisar el saldo de 133 heridos y 412 detenidos en la nueva ola violenta.

La ley del estado de emergencia en Francia fue creada en 1955, con la Guerra de Argelia; desde entonces fue utilizada en cinco ocasiones: entre 1961 y 1962, por ese mismo conflicto; durante las protestas en Nueva Caledonia y la Polinesia Francesa, en la década de 1980; en 2005, con motivo de disturbios por la muerte de un joven musulmán, y en 2015, tras atentados terroristas simultáneos en París.

La medida está pensada para actuar en situaciones excepcionales de seguridad, concede amplios poderes a las autoridades para hacer registros bajo simples sospechas y sin una relación con un proceso judicial; permite prohibir a personas sospechosas salir de sus casas, las obliga a identificarse tres veces al día.

Los manifestantes del pasado sábado causaron daños materiales de consideración en el Arco del Triunfo, primer epicentro de las protestas contra la subida de precios de los combustibles, antes de extenderse a otros puntos de la capital.

El presidente del Centro de Monumentos Nacionales, Philippe Bélaval, dijo que el Arco del Triunfo permanecerá cerrado hasta que no culminen los trabajos de reparación.

Las protestas en el día más conflictivo desde el inicio de las manifestaciones , el pasado 17 de noviembre, del colectivo de Chalecos amarillos y “grupos de alborotadores” infiltrados entre manifestantes legítimos, según el Ministerio del Interior francés, han dejado también múltiples daños en vehículos y negocios, y forzado enfrentamientos contra la Policía. De acuerdo con fuentes oficiales, entre los heridos hay 17 uniformados.

“Estamos comprometidos con el diálogo, pero también con el respeto a la ley. Estoy sorprendido por estos ataques a los símbolos de Francia”, declaró el primer ministro francés, Edouard Philippe.

El Ministerio del Interior responsabilizó a “grupos violentos” de los incidentes y aseguró que el gobierno está “en proceso de restaurar el orden”.

La madrugada del domingo, un conductor falleció tras chocar en un corte de carretera por las protestas de los Chalecos amarillos; se convirtió en la tercera víctima mortal consecuencia de las movilizaciones. La primera fue una manifestante, atropellada durante otro bloqueo carretero, el pasado 17 de noviembre.

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