Ómicron empuja a epicentro de Covid a su peor máximo

Confinar varias provincias, cerrar fábricas y retomar la aplicación masiva de pruebas para controlar la oleada de Covid-19 por su tolerancia cero no evitó que China se hundiera en su peor incidencia con cinco mil 280 positivos en 24 horas, la mayor cifra en dos años debido a la variante sudafricana y el sublinaje silencioso.

Dicho nivel, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Salud de la potencia asiática, representa casi el triple del registrado apenas el pasado fin de semana, pues pasó de mil 807 contagios el pasado 12 de marzo a más de cinco mil ayer. Incluso, cuando creían que aún podía contener la oleada, pues un día antes registró un ligero descenso con menos de dos mil nuevos casos de personas infectadas, llegó este salto, rompiendo sus marcas de la primera ola, como epicentro de la pandemia.

Incluso, la vice primera ministra china, Sun Chunlan, admitió que se trata de una fase “complicada”, pero llamó a la población a respetar la nueva estrategia para evitar que estos brotes pongan en riesgo a un mayor número de habitantes.

Con este empujón, el país acumula en sólo dos semanas 10 mil infecciones, es decir, 1.3 por ciento del total histórico, pues alcanzó los 752 mil casos, muy lejos de las naciones más afectadas, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, sector que recuerda que esta nación no contabiliza positivos sin síntomas de la enfermedad.

Los ajustes se dan mientras busca reducir la crisis sanitaria con nuevas medidas como el aislamiento y rociar desinfectante con drones en focos rojos.

En tanto, en el tema de defunciones, aunque acecha las nueve mil muertes por el virus, no ha registrado decesos nuevos, pese a los brotes en provincias como Beijing, Jilin, Shanghái, Shenzen, Shandog y Guangdong que permanecen “cerradas” desde el pasado 11 y 13 de marzo, mientras continúan las repetidas pruebas masivas para identificar casos sospechosos, quienes tienen prohibido abandonar la región por temor de la que situación se agrave.

Incluso, ante este riesgo el gobierno asiático ordenó la reubicación de trabajadores médicos y reservistas para atender a quienes enferman por este virus que fue identificado a finales de 2019 en Wuhan y a la fecha siguen las investigaciones para determinar el origen de este virus que ya ha matado a seis millones de personas a nivel mundial.