Putin busca enrolar a 300 mil; reprime protestas

A un mes de acelerar la búsqueda de reclutas, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, alista una operación militar “parcial” contra Ucrania con hasta 300 mil fuerzas a la par de los planes de anexión de cuatro territorios invadidos y hasta amagó con usar armas nucleares para sus objetivos.

“Utilizaremos todos los medios disponibles”, advirtió el líder del Kremlin en cadena nacional ante la mayor operación desde la Segunda Guerra Mundial, bajo la justificación de que la protección de la población y amenazas ameritan el uso del arsenal a su alcance, pese a que son sus fuerzas las que ocupan Ucrania. Y enfatizó que no actuarán con engaños, en un mensaje directo a Occidente.

En un discurso que se anticipaba un día antes, garantizó el respaldo a los referéndums en Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jerson —la franja fronteriza que busca convertir en suya— y afirmó que su régimen mejorará su seguridad, al reiterar que Kiev cometió un exterminio, hecho que provocó la invasión del pasado 24 de febrero y por el que ucranianos desean unirse a la Federación Rusa.

Sin entrar en detalles en el plan más arriesgado en el conflicto, el líder del Kremlin adelantó que sus reservistas tendrán entrenamiento especial, lo que confirmó su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, pero que rechazó de inmediato la población por temor a ser convocados.

Disidentes inundaron una treintena de ciudades como Moscú, San Petersburgo, Belgorod y Kaliningrado contra la invasión y el jefe de Estado, pues ninguno merece el sacrificio de morir. Al respecto, el principal crítico ruso, Alexei Navalny, dijo que el exagente de Inteligencia quiere manchar de sangre a todos los rusos.

Tras duras consignas, las fuerzas de seguridad del Kremlin intentaron acallar a los opositores con actos represivos y hasta el cierre de esta edición la organización OVD-Info contabilizó mil 300 detenidos, entre ellos varios periodistas.

Pese al rechazo interno, Putin dijo que no vacilará en su plan, al referir que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha amenazado a su nación de igual manera y otro sector de la población buscó la manera de huir del país.

Ante este panorama, Ucrania y Occidente definieron esas acciones como una derrota del ocupante, al referir que esta escalada no es más que la aceptación del Kremlin de que está perdiendo la guerra.

El gobierno defensor destacó que la supuesta embestida que prepara Moscú es una victoria para los suyos. El mandatario Volodimir Zelenski dijo que la estrategia del régimen vecino deja claro que Ucrania está cada vez más cerca de liberar su territorio, de lo contrario el enemigo no recurriría a la intimidación, luego de que su Estado mayor reportara que en poco más de seis meses las fuerzas del enemigo se redujeron a la mitad.

En tanto, la comunidad internacional repudió la intensificación prevista y advirtió que no permitirá más chantajes del invasor, menos en temas nucleares.

Joe Biden, presidente de Estados Unidos, fue firme al advertir a su homólogo ruso que no permitirán que avance una política que distorsiona la realidad en su favor para tratar de borrar a Ucrania, pues refirió en su participación en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que las acciones bélicas de esa potencia tienen la clara intención de eliminar a Kiev del mapa.

Luego de ratificar su total apoyo a Ucrania, refirió que el uso de armas nucleares, como amagó Putin, acarreará consecuencias graves que se sumarán a las sanciones impuestas desde hace meses al recordar las restricciones económicas a la nación que desafió al mundo y ha violado los principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Por separado, otros líderes urgieron a redoblar las sanciones contra el régimen para evitar atrocidades como las de Izium, pues anticipan una escalada en ataques cuando las fuerzas euroasiáticas siguen bombardeando la zona fronteriza.

Por la tarde, Zelenski habló de nuevo, ahora de manera virtual ante la ONU y aseveró que las declaraciones de su homólogo ruso son la mayor evidencia de que es el único que no quiere la paz.

Por ello, instó a sus aliados y al organismo a ser más severos en los castigos contra el ocupante —que ha cometido múltiples crímenes de guerra en su territorio—, al considerar urgente un veto a ese gobierno de organismos internacionales, pues apuntó que el responsable de la guerra no debe ser parte de la toma de decisiones mundiales cuando sigue violando sus fronteras y ahora busca traspasar su integridad territorial.

El líder defensor añadió que esta estrategia es la única vía de recuperar una paz verdadera y garantizar la seguridad tanto en su país como a nivel mundial, pues enfatizó que así como ahora somete a su pueblo, después podría hacerlo con otras naciones de la región como Polonia, una de las que más ucranianos acogió desde la invasión.