Serafín Barca, podólogo cubano, entre los últimos que ofrece consulta privada

Serafín Barca, podólogo cubano, entre los últimos que ofrece consulta privada
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Serafín Barca se puso una bata con su nombre bordado en azul en un bolsillo y abrió su consultorio de podología en un popular barrio de La Habana. Por un dólar pasó más de media hora cortando callos y tratando una verruga plantar.

El hombre de 80 años sonriente, delgado y con la espalda erguida es uno de los últimos especialistas en alguna rama de la salud que tiene un consultorio privado autorizado en Cuba, donde desde comienzos de los 60 se prohibió el ejercicio particular en el sector.

Pero ahora la isla debate hasta dónde lo estatal y lo privado deben coexistir luego de que la crisis deteriorara muchos de sus servicios.

“Uno trabaja con más calidad. Si viene un paciente y lo tratas mal y no regresa, te quedas sin él”, dijo Barca a la agencia de noticias The Associated Press sobre su trabajo como particular.

Es inusual ver en Cuba un consultorio privado de alguna especialidad médica luego de que tras el triunfo de la revolución en 1959 el sistema de salud se estatizó. Muchos médicos abandonaron entonces el país al punto que sólo quedaron unos 5 mil a partir de los cuales se formaron los 70 mil con que hoy cuenta la isla.

Algunas personas creen que la práctica privada daría más opciones y mejoraría el servicio de salud al aliviar la carga al Estado, que podría concentrarse en las cirugías y tratamientos complejos que requieren mayor tecnología.

Muchos también se quejan de que la calidad del servicio de salud se ha visto afectada por el envío de médicos a misiones en lugares como Venezuela y Brasil y la emigración que se abrió en los últimos años.

A su vez, las autoridades cubanas suelen cuestionar que muchos profesionales se trasladen a Estados Unidos y otros países en busca de mejores salarios y condiciones de vida, dejando sin estos recursos humanos a la isla luego de invertir largo tiempo en su formación.

Sin embargo, hasta ahora no hay señales de que las autoridades planeen una apertura para un sector que consideran estratégico y que suele ser elogiado por organismos internacionales por haber alcanzado una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del continente y una alta expectativa de vida.

dlm