ANPACT

Crece 29.6% la importación de camiones usados; piden incentivos para renovar flotas

El incremento en las importaciones se debió a que las empresas no tienen incentivos adecuados ni la certidumbre para renovar la flota, lo que afecta al mercado interno, afirmó la ANPACT

En febrero se importaron mil 55 vehículos pesados usados, un incremento mensual de 29.6 por ciento respecto al mismo mes de 2020.
En febrero se importaron mil 55 vehículos pesados usados, un incremento mensual de 29.6 por ciento respecto al mismo mes de 2020.Foto: Archivo
Por:

En febrero pasado se importaron mil 55 vehículos pesados usados, un incremento mensual de 29.6 por ciento respecto al mismo mes de 2020; esto se debió a que las empresas no tienen incentivos adecuados ni la certidumbre para renovar la flota lo que afecta al mercado interno, afirmó la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).

A través de un comunicado, la ANPACT detalló que las importaciones del segundo mes de 2021, comparadas con las 158 de febrero de 2020  representan un incremento de 103.2 por ciento.

La importación de vehículos usados de carga sumó un total de 714 unidades durante dicho mes, registrando un incremento de 12.3 por ciento.

En el primer bimestre del año, el número de vehículos pesados usados creció 16.9 por ciento, sumando un total de mil 922 unidades que representa la cifra acumulada de enero a febrero más alta desde 2014.

Al respecto, Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la ANPACT, recordó que en febrero las ventas al mayoreo y la producción de vehículos nuevos, cayeron 8.2 por ciento y 19 por ciento, respectivamente; mientras que la importación de vehículos chatarra que son contaminantes e inseguros, incrementó casi 30 por ciento.

“Los datos muestran que el transportista y las empresas no tienen incentivos adecuados, ni la certidumbre para renovar la flota, por lo que están optando por importar unidades chatarra”, explicó.

Son varias las causas que generan la entrada de más vehículos chatarra en plena pandemia, dijo, pues desde el tipo de cambio, precio del diésel, falta de incentivos competitivos por parte de la banca de desarrollo, hasta la incertidumbre por el abasto de Diesel de Ultra Bajo Azufre (DUBA) influyen. 

Por esta razón, es indispensable evaluar y resolver la discrepancia que existe entre la NOM-044 de la SEMARNAT y la disponibilidad real de combustible DUBA en todo el territorio nacional y, de esta forma, adecuar la vigencia de la norma, manifestó.

“De lo contrario, al no hacer consistente la NOM-044 con la disponibilidad real de DUBA, la población asumirá los costos ambientales, económicos y de seguridad que implica tener un número creciente de unidades chatarra contaminantes, que no abonan a la derrama económica ni a la creación de empleos, circulando por las carreteras, caminos y calles de nuestro país,” finalizó.