Consecuencias del abuso sexual infantil en las mujeres

CLARAMENTE

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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A partir de la observación de ginecólogos y sexólogos de que las mujeres que sufrieron abuso sexual en la infancia presentan dolor genital durante las relaciones sexuales, anorgasmia y falta de placer e interés en esta área importante de la vida en pareja, se realizó un estudio para determinar la causa. 

Aunque se ha demostrado que nuestro cerebro finaliza su desarrollo cuando se llega a la edad adulta: hay estudios que sugieren que su plasticidad es dependiente de las experiencias; por ejemplo, los taxistas en Londres tienen aumentada la corteza del hipocampo posterior, que es relevante para la representación espacial del ambiente, lo cual sugiere, que es un órgano capaz de adaptarse en forma estructural a las demandas cotidianas.

El desarrollo cerebral es más sensible a la organización durante la infancia, los niños que tienen educación musical presentan una representación en la corteza cerebral más grande en el área de los dedos de la mano izquierda. 

Expandiendo esta hipótesis los doctores Christine Heim y Charles Nemeroff realizaron una investigación publicada en American Journal of Psychiatry 2013; 170: 616-623; para entender los cambios en el cerebro de las mujeres que fueron víctimas de abuso sexual en la infancia: reclutaron a 51 mujeres sanas de entre 18-45 años, con y sin historia de abuso antes de la pubertad, les aplicaron el Cuestionario de Trauma Infantil, que evalúa cinco tipos de maltrato: 1.- Abuso Emocional, 2.- Abuso Sexual, 3.- Abuso Físico, 4.- Negligencia emocional y 5.- Negligencia física; se miden del 1 al 5, 1=nunca cierto y 5=totalmente cierto, 28 mujeres (55 por ciento) clasificaron como tener abuso moderado o severo y las otras 22 (45 por ciento) con poco o ningún maltrato. A todas les realizaron Resonancia Magnética del Cerebro

de alta resolución.

Los resultados demostraron que en mujeres que habían sufrido abuso severo las áreas cerebrales de representación del clítoris, el área genital y la boca: giro cingulado anterior, giro parahipocampal, lóbulo temporal izquierdo, corteza cingular anterior y área 3 de Brodmann se encuentran tan adelgazadas que incluso pueden tener fallas en la memoria para el evento traumático. 

Desde mi punto de vista lo que les sucede a las niñas que son víctimas de maltrato y abuso sexual es que su cerebro “las protege” haciendo un efecto de “blindaje mental” para que no tengan un registro exacto de lo que están sufriendo, las consecuencias físicas en su corteza cerebral es que no se desarrolla: se atrofia, por tanto, no serán capaces de sentir placer en actividades sexuales, aunado a lo anterior se afecta el área de percepción facial, que las lleva a tener fallas en la autoconciencia y baja autoestima, la suma de todos estos factores resulta en que pueden ser mujeres depresivas e infelices en vida adulta.

En las palabras del Nobel de la Paz Elie Wiesel: “Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo”.