Las organizaciones ágiles y resilientes requieren nuevas formas para atraer y retener talento

Por Carmina Moreno Sánchez

Los cambios que se dieron durante el último año y medio implicaron un importante esfuerzo de adaptación en las personas y han impactado en sus preferencias laborales.

Las empresas están volteando hacia otros lados para buscar a la gente que necesitan, saben que aun cuando una parte del equipo de alto desempeño se puede encontrar al interior de la organización, es muy complicado desarrollar de manera interna todas las habilidades que la nueva normalidad requiere.

Esto está generando cambios importantes en el mercado laboral, las organizaciones empiezan a buscar talento que tradicionalmente no contrataban, por ejemplo: personas que dejaron el mercado laboral temporalmente para cuidar de sus hijos o de un adulto mayor, así como retirados o personas que tienen múltiples ocupaciones y pueden prestar sus servicios sólo en horarios flexibles o parciales.

Pero el cambio en el mercado laboral no está dado únicamente por la incorporación de perfiles nuevos, las personas buscan flexibilidad en las formas de trabajo y toman la decisión de trabajar en una empresa con base en el impacto que pueden generar; también toman en cuenta lo que aporta su participación en empresas con las que se identifican por sus valores, buscan que las organizaciones vivan y compartan sus valores y su aspiración, además de que se comprometan de diversas formas para generar cambios positivos en la sociedad.

Para atraer y retener el mejor talento que buscan las empresas, es crítico escuchar las necesidades de las personas y adaptarse a ellas. Aquellas empresas que logren adaptarse a estas necesidades contarán con las personas mejor capacitadas.

Será necesario tomar en cuenta, entre otras cosas, que:

1. Las personas buscan esquemas flexibles de trabajo, tanto de ubicación como de tiempo; quieren diseñar su propio esquema de trabajo.

2. Amas de casa, padres y madres solteros, retirados, estudiantes de tiempo completo, profesionales independientes y firmas especializadas serán fundamentales para satisfacer las necesidades de las organizaciones; el talento se encontrará rompiendo todo tipo de paradigmas.

3. Se vuelve fundamental normalizar el apoyo a la salud mental de los trabajadores, comenzando por eliminar todo tipo de estigmas sobre el tema. Invertir en la salud mental y emocional de los trabajadores será prioritario para aquellas empresas que quieran sobresalir.

4. Las evaluaciones de desempeño se necesitan replantear enfocándose a medir impacto en la generación de valor.

5. La capacitación será factor fundamental y diferenciador para los individuos al elegir en dónde trabajar, el poder tener el control de tu propio desarrollo se vuelve un atributo muy codiciado entre los colaboradores.