Jorge Camacho

La cuarta ola

ELUCIDACIONES

Jorge Camacho *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Jorge Camacho 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

La pandemia sigue poniendo al Gobierno federal frente a una de las encrucijadas más grandes de la historia. Al día de hoy da la impresión de que la Covid es historia, pasado lejano, pasado cancelado. Todo indica que ni siquiera es ya recuerdo.

Olvidamos con demasiada facilidad, atentos a un presente que dicta sus obligaciones sin vestigio de ese pasado significado por las restricciones. Quizá sea la urgencia por olvidar, quizás la necesidad de abolir una mala temporada que trastrocó nuestras vidas como nada nunca antes. La Covid nos puso frente a un panorama desconocido y letal que se cobra miles de muertes. Sin embargo, a pesar de las apariencias y las simulaciones, no hemos superado la pandemia. Ese olvido vuelve a estar tan presente como en sus peores momentos. Ese olvido es ahora mismo recuerdo inmediato. La Covid no ha pasado, ni se ha terminado, ni se ha cancelado. Regresa con tanta fuerza como ha regresado en periodos anteriores. Estamos frente a la cuarta ola. La misma oleada que en Alemania, Austria, Inglaterra, Francia está volviendo a confinar a sus ciudadanos. Como en circunstancias anteriores, lo que sucede en Europa indica lo que antes o después ocurre en México. Pero, como entonces, el Gobierno parece ignorarlo. No hay menciones apelando al riesgo que supone la cuarta ola en México. El silencio por respuesta. Mucho menos hay una estrategia para combatirla. Da la impresión de que se abandona definitivamente al ciudadano. Como si las acciones frente a las oleadas anteriores fueran suficientes para prevenir la reactivación de la pandemia. Como antes, volvemos a estar a ciegas, sin saber hacia dónde movernos, sin saber siquiera si debemos movernos. La pandemia ha desaparecido del discurso oficial, como si ese silencio certificara la ausencia de la Covid.

Antes o después, la cuarta ola impactará con toda su violencia, multiplicando el número de casos y de muertes, saturando hospitales, incrementando su estela de defunciones. El Gobierno, como antes, vuelve a ser responsable de enfrentar el coronavirus, Hugo López-Gatell vuelve a ser el responsable de combatirlo. En la actualidad, todo indica que implementará la misma estrategia: nada. La inacción tiene consecuencias en la población. Al retirar del discurso la pandemia, el ciudadano considera que ya está superada, que puede seguir con su vida cotidiana, que las medidas de prevención son cosas del pasado reciente, de ese tiempo que no queremos recordar. Sin embargo, el contexto exige que retomemos los protocolos para combatir la pandemia. La cuarta ola llega en unas fechas críticas.

Estamos a escasas semanas de las navidades, luego los festejos de fin de año, más tarde las precampañas y campañas electorales. Situaciones que obligan a contactos estrechos con los demás, ya sea visitando grandes superficies, en medio de aglomeraciones y muchedumbres. Urge concienciarnos de que la cuarta ola está a las puertas si no es que ha comenzado ya. Urge que regresemos a las medidas de prevención. Urge que seamos escrupulosos con nosotros mismos y con los demás.

Vienen los festejos de fin de año, luego la cuesta de enero, las precampañas, las campañas en 6 estados y las elecciones. Luego todo lo que quieran, que para este Gobierno es más importante que la salud.