Alguien está feliz, feliz, feliz

Reza el refrán popular que el dinero y la felicidad no se pueden ocultar, y a Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, se le vio rebosante de alegría en estos días por la captura en España de Emilio Lozoya Austin, el personaje por el cual inició su decadencia en 2017, cuando el era el Fiscal Especializado Para la Atención de Delitos Electorales.

En ese año, Nieto Castillo y Emilio Lozoya protagonizaron un episodio que se puede resumir de la siguiente manera:

El de la Fepade denunció que tras insistir en una investigación contra el entonces Director de Petróleos Mexicanos por presuntamente recibir sobornos de Odebrecht para la campaña por la Presidencia de Enrique Peña Nieto, lo presionaron para desistir, le ofrecieron sobornos y hasta lo amenazaron de muerte.

Tras denunciar lo anterior y casi en el arranque de las campañas por la Presidencia, Nieto armó un par de carpetas de investigación y buscó la sombra del árbol que por aquellos días lo pudiera cobijar, Andrés Manuel López Obrador, con quien finalmente pudo encontrarse en un mitin en Tlaquepaque en mayo de 2018.

Todavía recuerdo aquellos tiempos en los que el hoy titular de la UIF pagaba el precio de la incómoda situación a la que había sido expuesto, con el gobierno federal pisándole los talones, andaba por aeropuertos de los estados del país, siempre con su carpeta bajo el brazo.

¿Qué contenían esos documentos que cargaba de un lado a otro? Hoy sabemos que era la propuesta para “barrer -de corrupción- las escaleras de arriba para abajo”.

Pero la cosa ha cambiado y ahora se ha convertido en la pieza angular de la llamada lucha contra la corrupción que tanto ha enarbolado su jefe, el presidente López Obrador. Su récord de bloqueo de cuentas y denuncias por lavado de dinero lo ha llevado al debate entre darle más herramientas a la Unidad a su cargo o acotarle las que ya tiene.

Al parecer, las cosas no podrían ir mejor para Don Santiago, quien no deberá perder la brújula de concentrarse en seguir persiguiendo el dinero sucio y demostrar que eso del combate a la corrupción es real.

A partir de hoy me sumo con alegría a las páginas de este grupo editorial, donde todos los lunes tendré la oportunidad de compartir con ustedes la información de los temas más importantes y coyunturales de nuestro país. Gracias a quienes aún deciden apostar por la libertad de expresión y la información crítica, dura y sin filtros, pero sobretodo a ustedes por su lectura. Y cómo diría el tristemente célebre expresidente Luis Echeverría “arriba y adelante”

¡Regresarééé!