Un empujón

Un empujón
Por:
  • pedros-columnista

El 29 de julio Hacienda anunció que, para revertir la desaceleración en el entorno económico internacional, destinará 485 mil millones de pesos para la creación de infraestructura, impulsar la inversión física y el consumo privado, así como para adelantar los procesos de licitación del Gobierno federal del ejercicio fiscal actual y el del 2020. La lógica de acuerdo con el nuevo secretario, Arturo Herrera, es darle un “empujoncito” a la economía nacional, como también lo están haciendo otros países. Puso como ejemplo a la Reserva Federal de EUA que este miércoles disminuyó 0.25% la tasa de interés por primera vez en más de diez años.

Otros bancos centrales han relajado sus políticas como Rusia, India o Corea del Sur. A mediados de agosto, Banxico dará a conocer su decisión sobre el nivel de la tasa de interés de referencia. Aunque su reducción resulte evidente tanto por el entorno internacional, como por la política fiscal impulsada por la SHCP y por la solicitud que en ese sentido hizo el Presidente en una entrevista con Bloomberg, se pronostica una discusión entre la relajación de la política monetaria y el conservar el control inflacionario que ha mantenido el Banco.

Dada la alergia a las autonomías del Presidente y pese a su promesa de respetar al banco central, podríamos escuchar críticas por parte del Ejecutivo en caso de que el Banco no acompañe este esfuerzo por dinamizar la economía. Si bien el Presidente ha sostenido que aunque no haya crecimiento en el país hay más desarrollo, parece no estar satisfecho, a pesar de denostarlas, con las cifras de crecimiento publicadas por organismos internacionales o financieras y ha decidido impulsar ambas variables con el proyecto de Herrera.

La desaceleración económica mundial no es la única razón por la cual Hacienda anunció estas políticas. La economía nacional fue afectada por la decisión de cancelar el NAIM, limitar la participación de inversión privada en la industria energética y petroquímica, y por señales negativas relacionadas con el cumplimiento de contratos ya suscritos.

No sólo eso, el gobierno acumuló 174 mil millones de pesos de subejercicio en el primer semestre, los cuales tienen que ver con los recortes y las medidas de austeridad del gobierno, pero también con la dificultad del actual aparato administrativo para erogar efectivamente los recursos programados. Dicha dificultad es atribuible a la falta de experiencia, a proyectos con una planeación deficiente, a medidas paranoicas de control y a la urgencia del gobierno por entregar resultados que más que agilizar, densifican los procesos administrativos de contratación generando un caos en las entrañas del gobierno.

Si bien es complicado esperar que el crecimiento sea mayor al 2% tanto en 2019 y 2020 y darle la vuelta a los rumores de una recesión técnica, considero que el gobierno de AMLO está dando los pasos correctos que debió dar por ahí de marzo de este año.