Mercedes-Benz Clase G 2020... la leyenda continúa

Tras su debut internacional en el Salón de Detroit 2018, la Mercedes-Benz Clase G 2020 hace su arribo oficial al mercado mexicano y, aunque a primera vista luce idéntica al modelo anterior, en realidad se trata de una nueva generación, que de manera magistral mantiene su esencia con lo último en tecnologías. Viajamos a San Miguel de Allende, Guanajuato, para conocerla.

Como podrás observar, la nueva Clase G 2020, importada directamente desde la planta de Graz, Austria, hereda algunos elementos de diseño con su antecesor, como los faros redondos LED (Multibeam, opcionales), el parabrisas, las ventanas laterales, la cubierta de la llanta de refacción y manijas de las puertas.

Resulta curioso, que los ingenieros se hayan tomado el tiempo de mantener un sonido clásico al momento de abrirla o cerrarla. Reinvención y tradición en un solo empaque, sin duda los diseñadores alemanes hicieron un excelso trabajo al mantener inalterada su identidad.

En el exterior se mantiene bastante fidedigna al modelo clásico, puertas adentro, es otro cantar, ya que el habitáculo es mucho más moderno, resaltando las dos pantallas de 12.3 pulgadas, cada una mostrando diferente información del vehículo. En materia multimedia, es posible conectarse a dispositivos con Apple CarPlay y Android Auto, mientras que el sistema de sonido está compuesto por 15 bocinas y un amplificador DSP de 10 canales con una potencia de salida de 590 watts.

Además de los materiales de primer nivel, encontramos elementos como las salidas del aire acondicionado, cuyo diseño imita a los faros delanteros o incluso la agarradera al frente del copiloto, un elemento digno de un todoterreno de la vieja escuela. La iluminación ambiente puede variar entre 64 diferentes colores y los asientos, además de contar con un soporte lateral dinámico, también tiene la función de masajes.

Por suerte, esta imagen de chico rudo, realmente se respalda en unas capacidades dinámicas, que no sólo están a la altura de las expectativas, sino que las superan. Con su antecesor, no hay un mundo de diferencia, sino todo un sistema planetario. Lo cual pudimos comprobar tanto en unos ejercicios controlados como en una ruta todoterreno de un nivel interesante de dificultad a bordo de una G500 Biturbo.

Para empezar, hay que destacar que la rigidez estructural aumentó en un 50%, además de que su peso bajó en 150 kilos gracias al uso masivo de aluminio. Por su parte el motor es el altamente extendido V8 de 4.0 litros capaz de entregar 422 hp y 450 lb-pie de torque, el cual se acopla a una caja automática de nueve velocidades, mientras que la tracción es a las cuatro ruedas a través de un sistema 4Matic.

Para obstáculos que requieren una mayor dificultad, con el sólo hecho de pulsar el Low Range, ubicado en la consola central, aumenta el torque en las ruedas. Por cierto, la Clase G dispone de tres bloqueos de diferencial con una acción de bloqueo del 100%: dos bloqueos de garras en el diferencial del eje delantero y del eje trasero y un embrague de discos con acción de bloqueo del 100% en la caja de transferencia. Estos bloqueos pueden activarse manualmente para poder afrontar situaciones extremas.

De serie, la Clase G 2020 presume una capacidad de vadeo de 70 cm, al mismo tiempo que presume 29.9º de ángulo de ataque, 30.9º de salida, 25.7º ventral y 45º  en subida en pendiente. Durante, este primer contacto, no sólo pudimos comprobar que sus capacidades off road son muy elevadas, sino que contrario a otros todoterrenos, tiene el plus de hacerlo todo con la mayor comodidad posible.

Además de la mencionada G500 Biturbo en nuestro mercado también estará disponible la poderosa Mercedes-AMG G63, que, aunque estuvo presente, no pudimos hacer más que admirarla.

El Dato: La marca, fundada por Aufrecht y Melcher, tuvo su primer taller en un antiguo molino. En 1971 fue el segundo lugar en las 24 Horas de Spa-Francorchamps.