Sin embargo, aún no está muerto

Ahuehuete de Reforma tiene 60% de sus ramas secas: especialista

El gerente de Viveros Regionales explica que el árbol llegó a tener un estrés mayor al pensado; proyecta que en las próximas semanas aparezcan primeros brotes de hojas nuevas

El ejemplar de ahuehuete plantado en la glorieta de la Palma, ayer.
El ejemplar de ahuehuete plantado en la glorieta de la Palma, ayer.Foto: Eduardo Cabrera, La Razón
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El ahuehuete que se plantó hace un mes en Paseo de la Reforma sufre más estrés del que se tenía estimado y tiene el 60 por ciento de sus ramas secas, sin embargo, aún no está muerto y se espera que en las próximas semanas se pueda recuperar, afirmó Adrián Cavazos, gerente de Viveros Regionales.

El especialista del lugar de donde fue donado el ejemplar de 20 años de vida que ahora se encuentra en la capital del país, explicó que “gran parte” del estrés que sufre actualmente el árbol se debió al accidente de un automovilista que se estrelló contra él apenas días después de que fue plantado.

“No sufrió lesiones, pero sí vemos que el árbol llegó a tener un estrés mayor al que se tenía pensado. Se tenía pensado que a lo mejor perdiera hasta un 30 por ciento de hoja, en este caso ha perdido hasta un 60 por ciento de hoja”, comentó el experto.

En entrevista con La Razón, Cavazos Gómez explicó que esto no significa que el árbol esté muerto, por el contrario, el hecho de que se estén cayendo las hojas y no se queden pegadas a la rama tras secarse, es un buen indicador de que continúa vivo y además “respondió” al estrés fisiológico que sufrió por el accidente.

“El movimiento del árbol al pasar el accidente, lo que hizo es que se movieron sus raíces y es como si lo hubiéramos trasplantado por segunda vez, un agravante fue el tema del accidente. Estamos lidiando ahorita con el tema de que se ve muy aparatoso, se ve exageradamente sin hojas, pero tenemos buenas noticias de que en la parte de arriba siguen sus hojas verdes y en el tronco sigue estando verde, está trabajando”, explicó.

De acuerdo con el gerente de los viveros ubicados en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el ahuehuete está a la espera de que lleguen las “condiciones ideales” en la Ciudad de México para que se recupere, entre las que enumeró la llegada del calor, buena humedad y que mantenga un estado “de cuarentena”, sin que los habitantes se acerquen a él más de seis meses.

Con estas condiciones, Adrián Cavazos proyectó que en un periodo de dos o tres semanas (para finales de este mes), el árbol pueda tener sus primeros brotes de hojas nuevas.

“El árbol no nos puede comunicar a ciencia cierta lo que él quiere hacer. ¿De qué depende esto? Primero que nada, de las condiciones meteorológicas, si ahorita es temporada de lluvias y llueve muy fuerte o si estos días están nublados y no le da tanto el sol, el árbol lo va a tomar como si fuera un invierno, no va a brotar rápidamente, a lo mejor le toma mes y medio o hasta dos meses”, dijo.

Y agregó: “Aquí de lo que dependemos es del clima, cosa que no podemos manejar; con lo que tenemos de información, vienen días con un poco de lluvia y tenemos proyectado que en no más de un mes el árbol tiene que estar sacando brotes nuevos”.

Explicó que la colocación de más nutrientes o fertilizantes abonan a combatir ese “estrés” que sufre el árbol, debido a que estos ayudan con el crecimiento y trabajo de las células, por lo que adelantó que se evalúa la colocación (la próxima semana) de aminoácidos y enraizadores que le ayudarían a fortalecer sus raíces.

El especialista pidió a la población no alarmarse y procurar no acercarse al ahuehuete para evitar llevarle alguna plaga o lastimarlo.

“Se lo pedimos a la población de la mejor manera, no acercarse al árbol más de seis o siete metros, para no compactar, para no introducir nuevas plagas o enfermedades y mantener el estado de cuarentena del árbol.

“Hemos visto que han ido a rasparle el tallo para ver si está vivo, eso lo deben hacer solamente expertos con herramientas esterilizadas y nosotros no lo recomendamos”, dijo.

  • El dato: De acuerdo con el especialista de la UAM Saúl Alcántara, tanto la replantación del árbol como su traslado desde el vivero de Monterrey no se realizaron de forma adecuada.