Ambulantes y granaderos riñen en la Portales

El intento de unos comerciantes por reinstalarse en las inmediaciones del Mercado Portales, derivó en una riña con granaderos este domingo. Fueron unos 70 vendedores ambulantes, quienes el pasado 23 de agosto fueron retirados de la avenida Santa Cruz, en la Colonia Portales, de la delegación Benito Juárez los que intentaron recolocar sus puestos.

Llegaron acompañados de dos abogados y mostraron un amparo para volver a colocar sus negocios en la vía pública, sin embargo, las autoridades se lo prohibieron.

Ello derivó en un enfrentamiento contra elementos del cuerpo de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes fueron agredidos primero a empujones y después a golpes.

Los ambulantes, quienes aseguraron que contaban con los permisos para vender en la vía pública, lanzaron piedras, palos, cohetones, entre otros objetos. Derivado de la riña, algunas personas resultaron golpeadas y otras detenidas y puestas a disposición del Ministerio Público.

El dato: Tras liberar la zona de comerciantes, las autoridades de la demarcación colocaron grandes macetones para evitar un posible regreso de los vendedores.

Tras los golpes, los granaderos formaron vallas metálicas y aseguraron que el amparo de los ambulantes se tiene que atender por los cauces legales y no en la calle.

Los inconformes cerraron la avenida Santa Cruz y Necaxa al cruce con Antillas, Reforma y 5 de febrero, lo que generó caos vial, sin embargo, después de dos horas, autoridades de la delegación Benito Juárez llegaron al lugar para dialogar con los inconformes.

La circulación fue reabierta, y los locatarios recibieron la promesa de que se buscarán los permisos para que puedan trabajar nuevamente en la vía pública.

Fue un mes antes, la noche del 23 de agosto, cuando granaderos y personal de la demarcación acudieron para retirar puestos fijos colocados sobre avenida Calzada de Tlalpan, en las inmediaciones de la estación del Metro Portales, de la Línea 2, y del mercado ubicado en esa colonia. En días posteriores, los ambulantes aseguraron que contaban con los permisos necesarios para ofertar sus productos en la vialidad.