Gobierno capitalino espera 180 mil dosis adicionales

Especialistas discrepan sobre la vacuna Abdala

El infectólogo Francisco Moreno Sánchez recomienda no aplicarla, por falta de sustento científico; el epidemiólogo Carlos Alberto Pantoja asegura que el biológico es confiable

Ayer se llevó a cabo la octava jornada de refuerzo anti-Covid-19 en todos los Centros de Salud de la Ciudad de México, aunque la afluencia siguió a cuentagotas.
Ayer se llevó a cabo la octava jornada de refuerzo anti-Covid-19 en todos los Centros de Salud de la Ciudad de México, aunque la afluencia siguió a cuentagotas.Foto: Especial
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La conveniencia de aplicar o no la vacuna cubana Abdala como refuerzo anti-Covid-19, como se hace en la Ciudad de México desde el pasado 21 de diciembre, dividió opiniones entre especialistas, en un contexto de aumento de contagios, a la par que en los Centros de Salud locales prevalece la poca afluencia.

Ayer, Francisco Moreno Sánchez, especialista en infectología del Centro Médico ABC, recomendó no ponerse esta vacuna por cinco razones, entre ellas, dijo, porque se trata de “un experimento con seres humanos”.

En sus redes sociales, el experto mencionó que el estudio se realizó “en una población que no recibió consentimiento informado. Es decir, no se les explicó de qué se trataba el estudio. Esto rompe con las normas básicas de bioética, igual que lo que se hizo en la Ciudad de México con la ivermectina”.

El también médico internista advirtió que al no haber sido aprobada por la OMS, “no tiene sustento científico para recomendarla”.

Explicó que actualmente el mundo ya no se encuentra en la etapa en la que no había vacunas para combatir el Covid-19, como fueron los últimos dos años, por lo que acusó que el uso de Abdala no se eligió por un tema de salud, sino por un fin político.

“Ahora sabemos que hay mejores vacunas, más actualizadas y simplemente se tomó la decisión de aplicar esta vacuna por fines políticos. La salud, seguridad y eficacia no importaron en la decisión”.

Moreno Sánchez señaló también que la vacuna Abdala contiene hidróxido de aluminio como adjuvante, algo que no se hace para otras vacunas contra el virus, puesto que disminuye su eficacia. Y acusó que en un principio, la protección consistió en la aplicación de tres dosis, pero nunca fue evaluada como refuerzo o contra las nuevas subvariantes.

En contraste, el epidemiólogo Carlos Alberto Pantoja Meléndez consideró que con la información publicada a la fecha, el biológico “parece ser bueno”, por lo que recomendó su aplicación.

“La vacuna parece ser buena, el hecho de que esté registrada o no ante la OMS no siempre es una buena guía, por ejemplo, todavía no registran la Sputnik”, indicó.

En entrevista con La Razón, el experto consideró que de acuerdo con artículos que se publicaron en Cuba, se trata de una “buena vacuna”, pues es un tema con el que “difícilmente se puede jugar”, sobre todo porque ya se aplicó en su país de origen.

Para el también catedrático de la UNAM, el recelo de la población para aplicarse la vacuna podría tener que ver con “la mala publicidad” que se ha hecho de las cosas que vienen en Cuba”; sin embargo, señaló que en ese país también se probaron con criterios de control “estrictos”, por lo que no deberían tener algún problema.

Pantoja Meléndez argumentó que como ya no nos encontramos en aquella época cuando la emergencia era latente, ahora es “válido” preguntarse qué tanto sirve una vacuna u otra. No obstante, “la mejor vacuna es a la que se tiene acceso, pero la que sea factible”, expresó.

“Estas vacunas, la Abdala y la Soberana, son a las que tuvo acceso Cuba y allá han tenido un buen manejo de la pandemia; entonces, al haberse puesto en población cubana, yo considero que es una buena vacuna, ¿puede haber unas mejores? Sí”, señaló.

A la fecha el Gobierno capitalino ha recibido 220 mil dosis y están por ser entregadas otras 180 mil para un total de 400 mil previstas.