La "sana distancia" no llega al Metro

Alrededor de las 20 horas de este martes, el Metro Pantitlán luce como siempre: cientos de usuarios abarrotan los pasillos, andenes y trenes de la Línea A para dirigirse hacia la periferia de la Ciudad de México: a Chalco, Cd. Neza, Iztapalapa o Ixtapaluca.

Los vagones arriban al anden y los pasajeros, unos cuantos con cubrebocas, se arremolinan en su borde para ser los primeros en subir y alcanzar un lugar donde sentarse, no importa que el tren aún no se detenga, ni que el país viva la primera etapa de una contingencia sanitaria.

Ahí, se apretujan todos contra todos, mientras otros apresuran el paso y bajan las escaleras porque ya escucharon el sonido que produce el tren que los llevará de regreso a su hogar.

No es extraño, es un momento cotidiano en Metro Pantitlán, el que corre hasta La Paz,  pasa por Santa Marta, Tepalcates y Agrícola Oriental. La diferencia ahora es que el gobierno ha pedido a los ciudadanos, capitalinos y del país entero, guardar una "sana distancia" para evitar la propagación del coronavirus, que hasta anoche ya sumaba 92 infectados en México.

Aunque la estrategia Jornada Nacional de Sana Distancia entra oficialmente en vigor el próximo 23 de marzo, desde el fin de semana pasado la autoridades de Salud pidieron a los ciudadanos empezar a poner distancias y a trabajar desde casa, si podían.

Incluso han suspendido eventos que congreguen a más de mil personas. En tanto, algunas instituciones, universidades y empresas privadas se adelantaron a la fecha y mandaron a sus casas a empleados y estudiantes.

Según lo difundido por la Secretaría de Salud la Jornada Nacional de Sana Distancia, la estrategia para prevenir la propagación del coronavirus, incluye medidas como no saludar de beso, mano o abrazo. Además de mantener una distancia de, al menos, 1.5 metros entre personas.

Pero a Metro Pantitlán, donde millones pisan a diario para poder ir a sus trabajos o de regreso a sus casas, no ha llegado la "sana distancia", al contrario, lo que ahí necesitan es más espacio para transitar hacia sus destinos, allá en la periferia de la ciudad.

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