Actualización en gestión de calidad

Por Juan G. Millán Illescas

En respuesta al nuevo entorno tecnológico, empresarial y comercial, la gestión de la calidad ha cambiado, asegurando su compatibilidad con otras normas de sistemas y en el IMEF es importante destacar el tema. Los principales cambios en la nueva versión (2015) son: dar importancia a la gestión de procesos de planeación estratégica con enfoque en el liderazgo; incluir el concepto de riesgo en vez de acciones preventivas y adicionar la estrategia de comunicación.

Estas normas adoptaron la “Estructura común de alto nivel del ANNEX SL”, definiciones y texto comunes para facilitar la integración con otros sistemas, como ISO 9001, 14001, 27001 haciendo fácil, más barata y más rápida su implementación e integración en empresas y dar facilidad para las auditorías internas y externas.

Quienes usan sistemas de gestión con normas 9001 y 14001 en versiones vigentes, deben terminar su transición a más tardar el 31 de diciembre de 2017. Desde el 1º de enero de 2018 sus certificados deberán ser con las nuevas normas.

¿Qué beneficios conlleva esta actualización? Durante los dos años de transición (2016 y 2017), las organizaciones han formalizado un grupo de apoyo para facilitar la implementación del propio sistema de gestión considerando ahora la necesidad de apoyar al coordinador y dueño del proceso del sistema de gestión.

El grupo de apoyo se obliga a facilitar la implementación de los propios sistemas de gestión. Una labor aún más importante es ayudar a la empresa y al propio coordinador a ampliar la visión del sistema y de los beneficios a obtener por la implementación de los estándares ISO.

Con esta nueva manera de pensar, relativa a la búsqueda de mejores formas y mejor información, se posibilita que dicho grupo observe no sólo el estándar en el que se pretende certificar, sino que amplíe su criterio buscando guías de la misma familia de normas ISO, concebidas para la mejora de los sistemas, estandarizando sus organizaciones a nivel mundial.

El IMEF, a través de su Comité Técnico Nacional de Competitividad, observa que más organizaciones públicas y privadas ven a la normalización (los estándares) directamente vinculados a su estrategia. Algunas lo enfocan muy organizados y tienen clara percepción del impacto de las normas sobre su desem-peño. Otras con una visión estrecha, para procesos o actividades específicas, no se dan cuenta de los beneficios que las normas aportan a su organización.

Hay también quienes hacen uso marginal de las normas. Su costo es percibido como gasto y como obligación con impacto negativo. Pero si de costos, gastos y beneficios se trata, la familia de ISO publicó desde 2012 documentos relativos a beneficios económicos que aportan a las organizaciones y es recomendable su revisión.

Bajo este contexto, el IMEF considera que la actualización de la normatividad ayudará a una mayor efectividad en la toma de decisiones al interior de las empresas, y por ello la trascendencia sobre su conocimiento y adopción.

Miembro del Comité Técnico Nacional de Competitividad del IMEF