¡¡Ay!!... ¡mis niños!...

¡¡Ay!!... ¡mis niños!...
Por:
  • monica-garza

Juro que quisiera dejar de hablar de las pifias legislativas, pero es que entre comisiones y designaciones absurdas no paramos.

Esta semana el reflector fue para la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez, en el recién estrenado Congreso de la Ciudad de México, cuya presidencia había sido entregada a Sandra Vaca Cortés, la legisladora priista que en 2014 —a partir de una investigación periodística— fue señalada como presunta reclutadora de una supuesta red de prostitución, operada por Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.

Aquella investigación sólo quedó en eso y no se levantaron cargos, pero la imagen de ambos políticos tricolores quedaría irremediablemente manchada con el vergonzoso señalamiento, que involucra el delito de trata.

¿En qué cabeza pudo caber que aquel capítulo no saltaría a la memoria, al designar a la legisladora priista como presidenta de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez?

Obviamente se repitieron las críticas iracundas y la presión mediática, hasta retirar a Sandra Vaca Cortés de dicha Comisión. Nuevamente el “ustedes disculpen. Nos equivocamos”…

Ya nos había quedado claro que a los legisladores les importa poco la cultura, pero ¿también la niñez? ¿Aun cuando representa más del 30 por ciento de la población del país?

Estamos hablando de 39.2 millones de niñas, niños y adolescentes, de cero a 17 años en México, que desafortunadamente es también uno de los grupos más vulnerables y violentados.

[caption id="attachment_809439" align="aligncenter" width="1350"] La legisladora local, Sandra Vaca, tomando protesta, el 18 de septiembre.[/caption]

México ocupa el deshonroso primer lugar en violencia física, abuso sexual y homicidio de menores de 14 años entre los países de la OCDE, según la cual, uno de cada diez no asiste a la escuela, 2.5 millones de ellos trabajan y al menos 1.3 millones lo hace en una labor de alto riesgo.

La organización Save the Children señala que México invierte en sus niños y adolescentes sólo un 3.7 por ciento de su Producto Interno Bruto, mientras que la violencia sigue cobrando la vida de tres de ellos cada día.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos reveló el miércoles pasado que más de nueve mil niños han

desaparecido desde 1995 en nuestro territorio y seguimos contando.

Tan sólo en la Ciudad de México, entre 2016 y 2017, se incrementó de 83 a 115 (38 por ciento) el número de casos de niños extraviados que encendieron la Alerta Amber, y sólo en el primer trimestre de 2018, la

PGJCDMX contabilizó 67 alertas, más de la mitad del total registrado durante todo el 2017.

La Red de los Derechos de la Infancia en México confirmó la gravedad del problema, con  seis mil 614 menores desaparecidos en los últimos 11 años, cinco mil de ellos (75 por ciento) durante la administración saliente.

Del 1 de diciembre de 2012 al 30 de abril de 2017, quedaron registradas cuatro mil 980 desapariciones de menores de 17 años, de los cuales tres mil 67 son mujeres. En nuestro país, cada día desaparecen cuatro niñas, niños o adolescentes, y son asesinados 3.6.

Puebla, Sonora, Baja California, Coahuila y Estado de México son las entidades que hoy registran la mayor incidencia, en esta administración que agoniza y que dejará este tema nuevamente en cifras alarmantes.

De ese tamaño es el problema y por ende, de ese mismo tamaño la indolencia del cuerpo legislativo, evidente con sus comisiones.

Para colmo, en la Conferencia Nacional por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia, que se llevó a cabo el miércoles pasado, los representantes del “equipo de transición” del Presidente electo brillaron por su ausencia, pese a haber sido invitados y confirmados, un mes antes del evento. Ellos simplemente no llegaron.

Han de andar en la “gira de agradecimiento”, en la que por cierto no se ha escuchado al Presidente electo decir una sola palabra sobre las niñas, niños y adolescentes.

No sabemos de proyectos específicos para ellos, no están visibles en las agendas políticas, ni presupuestarias. De la problemática de la niñez simplemente no se habla, mucho menos de la dolorosa niñez desaparecida.

Juan Martín Pérez García, director Ejecutivo de REDIM, le hizo esta semana un llamado a Andrés Manuel López Obrador: “Recuerde que la grave crisis de derechos humanos que vive el país no va a cambiar el 1 de diciembre. Son las mismas instituciones, los mismos funcionarios y si se sigue el mismo modelo y estrategia de seguridad fallidas, se repetirá lo mismo”, dijo.

¿Será que entre conmemoraciones del 68, Foros por la Paz —donde tampoco han mencionado a los niños—, bodas y portadas en la revista ¡Hola!, el futuro Presidente de México se haga un espacio para voltear la mirada hacia esos casi 40 millones de mexicanos, que en unos años podrían reprocharle haberlos ignorado?…

Una raya más al tigre…