Banxico, sin urgencia para actuar

Banxico, sin urgencia para actuar
Por:
  • larazon

Si bien nadie esperaba que el Banco de México optará por modificar el actual nivel de la tasa de interés de referencia (4.50%), el comunicado de política monetaria publicado el viernes pasado dibujó un escenario donde las preocupaciones inflacionarias fueron mayoritariamente destacadas.

Esperábamos que el banco central reconociera nuevos riesgos sobre el crecimiento económico y sobre la inflación, pero anticipábamos que iba a utilizar un tono más relajado respecto a la inflación que sobre la recuperación económica local, esto no sucedió.

Arribamos a la segunda reunión de política monetaria del año con más de una novedad respecto al comunicado de enero, cortesía de las minutas de esta última reunión y del reporte de inflación correspondiente al cuarto trimestre, ambos publicados recientemente.

Entre estas novedades, sin duda la principal fue la nueva abdicación de la convergencia de la inflación general al 3%, esta vez descartándola tanto para este año (cómo hasta enero tenía previsto el banco central) como para el 2012.

En segundo término, el componente subyacente fue “reivindicado” por el Banco de México como aquel más susceptible de responder a la política monetaria, y sobre éste sí espera convergencia al 3.0% en el 2012 -aunque el objetivo no fue propuesto en un principio para este componente más estable.

Tercero, se reconoció que en la medida en que la brecha de producto continúe cerrándose, el espacio para “absorber” cambios en precios relativos (sin que esto conlleve una contaminación generalizada de precios) irá disminuyendo.

 En este contexto, nuestra lectura del comunicado de marzo nos lleva a concluir que:

1) el banco central reconoce que los nuevos riesgos geopolíticos en Medio Oriente y el Norte de África, imponen nuevos riesgos a la baja sobre la recuperación global;

2) considera que a pesar de la recuperación productiva local, algunos indicadores del mercado de factores de producción continúan mostrando cierta debilidad (quizás dibujando un escenario donde las condiciones no necesariamente facilitarían una contaminación de precios y expectativas);

3) reconoce explícitamente que se han deteriorado los riesgos sobre la inflación (sesgándose al alza); y

4) opta por subrayar que en caso de presentarse contaminación generalizada de precios, derivado de las altas cotizaciones de las materias primas (tanto externas como internas) entonces seguramente optaría por modificar su postura de política monetaria.

En conclusión, a pesar de mostrar que las preocupaciones de los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México se han sesgado más hacia el lado de una mayor inflación, la Junta de Gobierno no parece tener ninguna urgencia en modificar el nivel de tasas de interés.

Más aún, su perfil laxo respecto a los riesgos inflacionarios se ha venido reiterando, en un contexto donde se ha renunciado ya al cumplimiento de la meta tanto para el 2011 como para el 2012, y seguramente de no haber alzas en la tasa a partir de finales del año en curso, muy probablemente el cumplimiento tampoco sea posible en 2013.

jvirgenroj@banamex.com