Carta dirigida a Ricardo Anaya (Houston, you’ve got a problem…)

Estimado Ricardo:

¡Vaya lío en el que te has metido!

Nunca me imaginé que te ibas a meter en estos tipos de problemas tan temprano en la campaña.

Sin embargo…

Ya estás metido hasta el fondo.

Lo siento por ti y por tu familia, pero esta bronca está muy poderosa.

No sé si de lo que te acusa el PRI sea verdad o sea mentira.

Pero siento que, esta vez, ellos te van ganando en tu discurso.

¿Sabes cómo te siento?

Como Clinton, defendiéndose de las acusaciones de la Mónica Lewinsky.

Y para mis lectores que no estén enterados de esta bronca gigantesca, se las resumiré en unos cuantos renglones:

Hace tiempo, cuando Ricardo era más joven, él compró un terreno en Querétaro.

Ahí construyó una bodega con unos amigos y una vez terminada, la vendió con una utilidad más que razonable.

Hasta ahí, todo bien.

El problema es que Ricardo ya trabajaba en el gobierno de Querétaro como secretario particular del gobernador y, en teoría, con su sueldo no le alcanzaba para pagar el préstamo que el banco les concedió.

Y es ahí, donde la bronca creció.

Hasta ahí el problema.

Sin embargo, las consecuencias de este terreno han sido terroríficas, porque aparentemente has mentido bastante.

Desconociste en público a un amigo muy querido.

Ese amigo tuyo está medio prófugo en Canadá.

La PGR te invitó a declarar y rechazaste su invitación.

Pero parece ser que amenazaste con ir a presentarte a la procu y cuando llegaste, no entraste.

En fin, mi querido Ricardo… you have a problem!

No sé hasta dónde va llegar esta novela.

No sé quién dice la verdad.

Si el PRI o tú.

Las dos partes han logrado confundir a la sociedad.

Allá ustedes.

Ricardo:

Quisiera aprovechar este espacio para recordarte lo que te escribí en mi carta de hace dos semanas:

Tu estrategia para consolidarte en segundo lugar va muy bien.

Escogiste madrear al PRI para consolidarte como único competidor detrás de Andrés, y así agarrar, el 1 de julio, el voto útil del PRI y de los indecisos.

Ibas muy bien, aunque aún te faltaban cuatro meses para la elección.

Sin embargo, yo no creo que Meade siga dormido para abril.

Y seguro las distancias entre ustedes tres se va acortar en el corto plazo.

Eso sin tomar en cuenta a los tres candidatos independientes, que también les van a robar votos.

En fin, mi estimado Ricardo, se te complicó un poco la elección.

Y para terminar te diré un comentario que mi estimado Carlos Llano me enseñó en el IPADE:

“Un error elimina tus últimos 12 aciertos”.

Un abrazo.