De Colombia, la esperanza mexicana

De Colombia, la esperanza mexicana
Por:
  • larazon

Mónica Garza

Mejorar la calidad de la educación en nuestro país es uno de los grandes retos y uno de los temas que más nos duelen. ¿Por qué? Porque en el camino de prueba y error, ha dejado más huella el error.

México necesita con urgencia mejorar los resultados del aprovechamiento de los estudiantes en los rubros más elementales, algo que no será posible si no se empieza por generar ambientes educativos más estimulantes y una mejor capacitación de los maestros que ya necesitan dignificar su profesión.

No se ve fácil allanar el camino, pero tomar iniciativas de manera más independiente en algunos estados, por lo visto, ya empieza a dar frutos.

“La Reforma Educativa permite que los gobiernos estatales tengan más libertad que antes para trabajar en sus escuelas. Y esta libertad hay que aprovecharla para hacer mejores escuelas”, me dijo Esteban Moctezuma Barragán, Presidente de Compromiso Social por la Calidad y Equidad de la Educación y Presidente Ejecutivo de Fundación Azteca, mientras me describía un ambicioso proyecto que dicha fundación impulsó en el estado de Puebla a través del llamado Modelo Pedagógico Escuela Nueva. Una de las innovaciones educativas más reconocidas internacionalmente para mejorar la calidad de la educación básica.

“El método hace que el propio maestro se dé cuenta que su papel debe de cambiar. Si no hay este cambio en el método vamos a seguir con la estadística pavorosa de que el setenta por ciento de los maestros mexicanos tiene como método de enseñanza el dictado. Y el dictado es aburrido para los niños y el maestro, porque no despierta ninguna inquietud cognitiva ni de investigación”.

Lo interesante en Puebla, es que esta Escuela Nueva está siendo desarrollada por los mismos maestros que enseñaban con el método tradicional. Eso significa que se han atrevido a cambiar.

Este sistema no coloca al profesor frente a los alumnos. El salón de clase se organiza por grupos que tienen un tema a investigar y concluir. La aportación y opinión de cada alumno cuenta por igual. Esto desarrolla la habilidad para trabajar en equipo, y algo aún más importante, incrementa la autoestima y la valoración de cada estudiante.

Este modelo pedagógico comenzó en Colombia en la década de los setenta. Fue diseñado por expertos en el reconocimiento de los problemas sociales y educativos de aquel país, que necesitaba mejorar cobertura, calidad, eficiencia y sostenibilidad de la educación básica rural y urbana, buscando alianzas público privadas.

Luego de implementarse en más de veinte mil escuelas rurales, el modelo evolucionó hasta convertirse en política nacional a finales de los ochenta. Diez años después, Colombia logró ser reconocida por tener la mejor educación rural primaria en América Latina después de Cuba, donde la escuela rural obtiene mejores resultados que la escuela urbana, exceptuando las megaciudades. Ese fue el resultado del Primer Estudio Internacional Comparativo realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación UNESCO en 1998

Ese mismo año el Banco Mundial reconoció ese modelo educativo como una de las tres reformas más exitosas en los países en desarrollo alrededor del mundo.

Con estos antecedentes, en 2012 Fundación Azteca se interesó en promover una alianza público privada con las autoridades educativas de los diferentes estados para implementar la Escuela Nueva en México, principalmente en las escuelas multigrado, y fue el estado de Puebla el más firme en levantar la mano.

El proyecto piloto arrancó con cinco escuelas, que pronto se convirtieron en veinte, luego en cincuenta, y entonces comenzó la capacitación de personal docente para elevar el número a cien.

El 28 de julio pasado arrancaron formalmente las cien escuelas con este modelo educativo que está beneficiando a las comunidades rurales más necesitadas y aisladas de 16 municipios de Puebla. Son 60 escuelas primarias generales, 20 primarias indígenas y 20 escuelas telesecundarias de la región de Teziutlá.

Esteban Moctezuma sostiene que el reto es que este modelo educativo en México, al igual que lo hizo en Colombia, se convierta en una política pública.

“Que pueda decir el estado de Puebla, esto sí funciona, y decirle a la Secretaría de Educación Pública, ven a analizar este modelo y ábrelo al resto del país .”

Pero la SEP, ¿se atreverá a cambiar?... ¡Ojalá!

monica.garza@razon.mx

Twitter: @monicagarzag