De populismos, crueldades, descuartizados, debates y otras yerbas

De populismos, crueldades, descuartizados, debates y otras yerbas
Por:
  • horaciov-columnista

A once días de la jornada electoral han ocurrido en el ámbito nacional e internacional distintos sucesos de coyuntura de relevancia. Descontando el Mundial de Fútbol –del cual ya se ha hablado mucho y mejor de lo que podría hacerlo en este espacio- van algunos comentarios puntuales sobre cuatro temas recientes: las elecciones en Colombia, el endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos, los descuartizados arrojados en la Ciudad de México y los debates del INE.

Colombia da la espalda al populismo izquierdista. En las elecciones en segunda vuelta del domingo pasado, el uribista Iván Duque (54%) se impuso cómodamente a Gustavo Petro (41.8%) y al voto nulo (4.2%). De alguna manera, las elecciones primarias y legislativas de marzo ya presagiaban el resultado. Álvaro Uribe ganó entonces contundentemente su reelección senatorial y su delfín político se fue imponiendo en cada contienda (primarias, primera y segunda vuelta). Es interesante lo que pasó en Colombia. En una lectura simplista, Juan Manuel Santos es el perdedor del proceso porque su candidato no pasó a la segunda vuelta y en 2016 el plebiscito por la paz fue boicoteado por el uribismo. Pero la política es mucho más compleja que eso: Santos logró la paz posible –no la que hubiera querido- y así se lo reconoció la comunidad internacional, empezando por el Premio Nobel del ramo. Acuerdo de paz que Uribe en su momento ni remotamente estuvo cerca de conseguir, pero de la cual hoy su movimiento volvió a sacar raja electoral. El resultado evadió la tentación del populismo izquierdista y le puso un dique de contención. Hay un mandato claro: modificar los acuerdos de paz, específicamente en lo relativo a la justicia transicional.

Nueva crueldad de Trump. Las imágenes recientes y ampliamente difundidas de menores enjaulados en Estados Unidos, marcan un nuevo hito de mezquindad en la política migratoria de Donald Trump. Calificada adecuadamente como tortura por Amnistía Internacional, la pugna con los demócratas y la retroalimentación de una de sus fobias, fue demasiado lejos y generó un justificado repudio global.

Horror en Nonoalco-Tlatelolco. Poco antes de que salieran los primeros rayos del sol y con ello la ciudad y el país se paralizaran con el debut de México en el Mundial, aparecieron en Insurgentes, una de las avenidas más importantes y transitadas del país, dos cuerpos destazados. Ah, pero la terca narrativa de las autoridades capitalinas se empeña en desestimar algo cada vez más evidente para todo capitalino: las muestras de actividad de narcomenudeo y crimen organizado siguen en aumento.

Los debates del INE. Independientemente de los aspectos por mejorar y que los resultados son susceptibles de apreciación subjetiva, es indiscutible que se presentaron indudables avances en los formatos de los debates presidenciales organizados por el INE y consensados por los partidos políticos. Variaciones entre los tres ejercicios que incluyeron moderación activa, participación ciudadana y redes sociales, una amplitud de tomas y tiros de cámara representaron un instrumento útil, adicional a la enfadosa spotiza, para contribuir a que los ciudadanos tengamos más elementos para ejercer un voto libre, crítico e informado.