Debate al Senado y elecciones en Venezuela y Colombia

En días recientes, se celebraron el primer debate entre candidatos al Senado por la Ciudad de México y elecciones presidenciales tanto en Venezuela como la primera vuelta en Colombia. Algunos comentarios al respecto.

Debate histórico. Como es natural, los debates presidenciales han concentrado la atención nacional, al igual que aquéllos entre aspirantes a gubernaturas –en las entidades donde habrá elección por ese cargo. Sin embargo, hay otras posiciones en disputa –como es el caso de las senadurías de mayoría relativa- que son fundamentales para la próxima renovación del Congreso de la Unión. Por primera vez en la historia del país, el 31 de mayo, cuatro de las cinco fórmulas propietarias registradas a las senadurías de mayoría relativa por la Ciudad de México, asistieron a un debate convocado por el Consejo Local capitalino del INE. La participación de las parejas de candidatos era relevante porque al menos tres de ellos –en un escenario factible, cuatro- ingresarán a la Cámara Alta en la próxima Legislatura. El formato acordado resultó novedoso y adecuado a las expectativas ciudadanas, ya que, a las tradicionales rondas de exposición y réplicas de los candidatos, se sumaron cuestionamientos de estudiantes y de especialistas, además de una participación activa de la moderadora. Así que bien por los partidos y consejeros del Consejo Local y por el Vocal Ejecutivo en la Ciudad de México, Donaciano Muñoz, por coordinar el ejercicio. Ello, como parte de los esfuerzos del INE para que la ciudadanía pueda ejercer un voto libre, informado y razonado.

Elecciones en Venezuela y Colombia. Si se le puede llamar así a la simulación plebiscitaria del 20 de mayo, el resultado es que Nicolás Maduro estará –en lo que inventa otro abuso autoritario- seis años más al frente del gobierno en Venezuela. El país enfrenta la peor crisis política y social en décadas. Desde que Maduro llegó al gobierno en 2013, el tamaño de la economía se ha reducido a la mitad, las libertades civiles y políticas han disminuido y la crisis humanitaria se ha recrudecido: en los últimos meses, el drama migratorio se acentúa cada día más. Con opositores perseguidos y proscritos y sin alternativas y condiciones viables para celebrar elecciones razonablemente libres, la condena internacional fue generalizada. Claro, con sus respectivas diferencias. El Grupo de Lima y la Unión Europea descalificaron el proceso. Y como los similares se juntan, Nicaragua, Bolivia, Cuba, Irán, Turquía y Rusia avalaron a Maduro.

En la vecina Colombia, la exigente regla de la mayoría absoluta no le alcanzó a Iván Duque para ganar la Presidencia en primera vuelta el 27 de mayo. El candidato uribista no perdió un segundo para correr el discurso al centro y con ello tratar de captar los apoyos que le permitan vencer al candidato de la izquierda populista, Gustavo Petro. Las primeras encuestas dan un margen de 20 puntos a Duque sobre Petro, aunque es cierto, se trata del país en donde las encuestas sobre el proceso de paz –tema central de la campaña presidencial- fallaron hace dos años.