Edomex, ¿el próximo Michoacanazo?

Salvador Camarena

Sería una gran ironía del destino que el gobierno de Enrique Peña Nieto se viera forzado, de seguir las cosas como van, a intervenir en su estado natal para contener la violencia, desbordada en varios frentes.

Algo está podrido en el Estado de México. En las últimas semanas se ha vuelto inocultable lo que desde hace meses era un rumor creciente: la seguridad se le está saliendo de las manos al gobernador Eruviel Ávila.

Como ejemplo ahí están los datos publicados el 15 de febrero por el diario Reforma. “En lo que va del año, las ejecuciones ligadas al crimen organizado crecieron 37 por ciento en los municipios conurbados del área metropolitana. En los primeros 45 días de 2014 van 77 casos, mientras que, en el mismo periodo de 2013, fueron 56”.

El asunto ha llegado también a conversaciones informales, donde se habla ya de secuestros exprés realizados incluso por policías.

Sin embargo hay que subrayar que esta escalada lleva demasiado tiempo. El Estado de México tiene un destacado lugar en el cuadro de horror que retrata la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2013. Enseguida algunos rubros de ese estudio del Inegi, en el que el Edomex es líder para mal.

Los mexiquenses encabezan los casos de no denuncia de delitos por causas atribuibles a la autoridad: el promedio nacional es de 69.1%, en Edomex 73.5%.

Por otra parte, son los que más reportan robo o asalto en calle o transporte público: promedio nacional 28.6%, en Edomex 52.1%.

Cuestionados sobre qué tema es de su mayor preocupación, 69.2% contesta que la inseguridad, a nivel nacional esa respuesta baja a 57.8%.

¿Cuál es la percepción de seguridad de su colonia? A nivel nacional 44% contesta que es insegura, en Edomex sube a 65.5%. ¿Y su entidad? A nivel nacional 72.3% dicen que insegura, en el Edomex lo dicen nueve de cada diez: 90.7%.

Los mexiquenses se sienten inseguros en el automóvil (52%, diez puntos más que el promedio nacional que es de 42%), en el parque o centro recreativo (68.4% vs 49.6% a nivel nacional) y en el transporte público (90.5% vs promedio nacional 66%).

Cuestionados sobre actividades que han dejado de realizar por temor a ser víctimas de algún delito, en Edomex destaca el ya no permitir que sus hijos menores de edad salieran (76% vs promedio nacional de 62.8%) y dejar de cargar tarjeta de crédito o débito (58% vs nacional 39.6%).

Los encuestados del Edomex creen que la situación empeorará en mayor medida que el promedio nacional 35.3% vs 23.2%. Finalmente, al cuestionarles sobre la frecuencia con la que se castiga a los delincuentes, en el Edomex son los más escépticos de la justicia: contestan que “nunca” el 20.7%, mientras que el promedio nacional es de 11.9%.

A estos datos hay que sumar lo cotidiano que se han vuelto en los últimos meses las noticias de tiroteos a bares, encobijados, levantones y extorsión (hay testimonios de que locales de la Gustavo Baz han cerrado en protesta por el cobro de cuota), y por supuesto los secuestros.

Cuentan que el gobernador Ávila ha planteado la necesidad de que el Ejército y la Policía Federal entren al quite. El mandatario no va ni a la mitad de su mandato y de nueva cuenta hay dudas sobre si puede o no con el paquete del Estado de México. Pensándolo bien, más que ironía, sería justo que el Presidente Peña Nieto encare la situación que padecen sus paisanos. Quizá también requerirán de un comisionado, como en Michoacán, que haga lo que autoridades estatales no pueden o no quieren hacer.

salvador.camarena@razon.mx

Twitter: @salcamarena