El ébola y la salud de los mexicanos

El ébola y la salud de los mexicanos
Por:
  • larazon

Dr. Fernando Enrique Mayans Canabal

Han pasado 38 años desde que se detectó el virus del ébola en el mundo y parece mentira que no aprendamos las lecciones de nuestra propia historia, plagada de malos cálculos y prejuicios respecto a las epidemias que posteriormente se convirtieron en pandemias.

Sorprende que en México haya quienes aún ven remota la posibilidad de que este nuevo brote de la letal enfermedad llegue al país como si éste se pudiera aislar.

No obstante, desde el Senado de la República tenemos la oportunidad de alzar la voz para que, en lugar de llegar a la necesidad de hospitalizar a los enfermos de ébola u otros padecimientos, se prioricen e instrumenten políticas de prevención y reforzamiento de las capacidades humanas y la infraestructura de salud del país.

Hoy investigadores realizan ensayos de vacunas contra el virus del ébola en países de Europa, África y Norteamérica; la posible cura está en camino a casi cuatro décadas de la detección de la grave enfermedad.

Pero mientras no se cuente con los medicamentos adecuados para inocular el virus, el riesgo de contagios sigue presente, más en un país como México, que es punto estratégico en la logística internacional por su red de contactos y su cercanía geográfica con Estados Unidos.

La Organización Mundial de la Salud y los especialistas de diversas universidades recomiendan medidas de control del ébola como el rastreo y la detección de posibles contactos y pruebas ante sospechas de contagio, la vigilancia estricta en puntos de entrada a los países, el aislamiento adecuado de los casos de contagio, mejor atención y capacidad de gestión clínica de los casos, mayor implicación de las comunidades y la prestación de apoyo por los asociados internacionales.

Pero preocupa que en México, aun cuando las instancias de salud han declarado que cuentan con un plan ante el brote, la realidad es que, en la mayoría de los casos, los hospitales carecen de equipo, materiales y medicamentos siquiera para atender la demanda de servicio de padecimientos comunes.

Ahí están los testimonios de pacientes que tardan meses, si no es que años, para tener acceso a una intervención quirúrgica… no hablemos de los miles de médicos y enfermeras capacitados que hacen falta para satisfacer las urgentes exigencias de salud que a diario requieren los mexicanos.

Ahorraríamos mucho desde cualquier ángulo si logramos cambiar el enfoque predominantemente remedial que hoy se privilegia en el sistema de salud.

Hay que insistir en un mayor presupuesto, capacitación de personal, más médicos y enfermeras, más camas, medicamentos, etcétera, pero sobre todo, en adoptar otro modelo de atención preventiva al cual tengan

acceso todos los mexicanos.

Con ébola o sin él, urge mejorar los servicios de salud en el país y evitar miles de muertes que se registran a diario por múltiples padecimientos y contagios que ya están, desde hace años, en territorio nacional.

* Senador de la República por el PRD.

Twitter: @senadormayans