El impacto de Vallarta

El impacto de Vallarta
Por:
  • larazon

Gerardo García

En efecto, la realidad no es posible esconderla. Menos aún en tiempos como los que hoy vivimos, en los que los hechos, y más los violentos, son reportados por cualquier persona con teléfono inteligente y acceso a Internet. Realidades, hechos que impactan la vida cotidiana de tantos, incluyendo por supuesto a su economía.

El viernes pasado, al mediodía en la ciudad de Guadalajara, el vacío en sus calles era la estampa que podía vivirse. Unas horas antes, el reto más directo que le ha hecho un cártel del narcotráfico a la autoridad —los narcobloqueos que cerraron por algunas horas los accesos a la segunda ciudad más poblada de México— había transformado la vida de ésta.

Negocios que cerraron, ciudadanos que no salieron de sus calles. A la misma hora, en el segundo destino de sol y playa más importante del país —Vallarta— al menos cinco sucursales bancarias eran incendiadas, con lo que se dio el primer ataque de la delincuencia organizada en una ciudad como Puerto Vallarta, dedicada enteramente a la industria turística.

Guadalajara y Vallarta sufrieron sí un caos y el miedo se inyectó en residentes y visitantes —más allá de lo que significó este hecho en materia de gobernabilidad y seguridad— aunque el cierre de algunos restaurantes y bares el viernes, no impactó en mayor manera. Viajé a Guadalajara ese día y constaté que no hubo un impacto negativo en la ocupación hotelera; Puerto Vallarta, por su parte, registró una ocupación hotelera del 96 por ciento pese a los hechos registrados al comienzo de este puente vacacional.

En efecto, el impacto de estos hechos en el turismo en México —y en estos destinos— no fue inmediato. El reporte de cancelaciones en hoteles no fue significativo y el puente transcurrió sin mayores problemas. Sin embargo, este fenómeno es engañoso.

La preocupación de los turisteros en Vallarta por lo que ha sucedido en Jalisco en los últimos meses es mayúscula. El impacto de hechos como éstos sí influye en la percepción negativa que pueden tener los viajeros hacia ese y otros destinos. Los bancos y autobuses incendiados en un lugar que se encontraba repleto de turistas sí es un factor que necesariamente influirá en el corto plazo.

El turismo en México resintió el efecto que generó la narrativa gubernamental en torno al combate a la delincuencia organizada en el sexenio anterior. El que el ex presidente Calderón se presentara como el comandante en jefe de una guerra interna, influyó de manera determinante —sumado en efecto a los hechos violentos que se vivieron— para que la percepción negativa del país fuese uno de los factores que influyeron para que se vivieran los peores años en la industria.

A la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia, el cambio de estrategia fue uno de los factores que detonaron que desde el 2013 se viva el mejor periodo para el Turismo en Mexico.

¿La mañana negra de Jalisco será un factor que nos regrese a los peores días que se han vivido en el sector?

Seguramente influirá si la violencia persiste. Si se repiten hechos como éstos y se considera que la autoridad no tiene el control en su territorio.

Es cierto que el Presidente ha declarado ya que una de sus prioridades es terminar con el Cartel de Jalisco Nueva Generación y esperemos que se cumpla en breve. Pero también es verdad que todos los actores del sector evaluarán a la brevedad el impacto que este viernes de furia tuvo en las intenciones de viaje en el mercado. Es necesario que se actúe estratégicamente y en contundencia y rapidez.

Marcar a Vallarta como un destino inseguro sería una afectación mayúscula, no sólo para ese destino, sino el país entero.

ggarcia@elperiodico.com.mx

Twitter: @gergarcia68