El mundo de Sofía

El mundo de Sofía
Por:
  • larazon

Salvador del Río

“Todos los niños tenemos derecho a ser felices”, dice una de las leyendas de la playera que la niña Sofía Cruz, de apenas cinco años, nacida en Los Angeles, California, hija de un inmigrante ilegal oaxaqueño, entregó al Papa Francisco; otra de las leyendas dice: “Papa, rescata a mi papá y  otra más  La legalización es una bendición”.

Junto con la camiseta, la niña Sofía entregó al Papa una carta en la cual le pide interceder por los once millones de inmigrantes indocumentados que viven en los Estados Unidos, de los cuales cinco millones de niños están en peligro de que los separen de sus padres o de ser deportados. A su tierna edad Sofía sabe que un peligro acecha a su familia e impide su felicidad. Esta niña a los cinco años habla mixteco, español e inglés.

Cuál será El mundo de Sofía, como se titula la magnífica novela del escritor  noruego Jostein Gaarder; el mundo de Sofía estará lleno de oportunidades si su carta hace el milagro de que a sus padres se les reconozca el derecho a vivir legalmente en ese país en el que buscan

trabajo, bienestar y paz.

Existen muchos mitos sobre la carga que, dicen algunos, representan los indocumentados para la economía de Estados Unidos, mitos derribados con la realidad que muestra todo lo contrario, lo enriquecedor que resulta para la sociedad de los dos países la relación humana producida también por factores socioeconómicos.

Estudios realizados informan que la aportación de los inmigrantes indocumentados  es del 4.9 por ciento de la fuerza laboral de los Estados Unidos, vitales para la economía de ese país. Un trabajo hecho por la Universidad de California de Los Angeles, estima que los trabajadores inmigrantes indocumentados de origen mexicano, contribuyen al Producto Interno Bruto de Estados Unidos, con cerca de 220 mil millones de dólares. Se ha concluido que los impuestos generados por inmigrantes, documentados e indocumentados, excede el costo de los servicios que reciben.

Las instituciones de esa nación, como la oficina recaudadora de impuestos,  manifiesta que la mayoría de los indocumentados pagan impuestos usando otros mecanismos, números individuales de contribuyentes. La Administración de Seguridad Social estima que cerca de la mitad de todos los inmigrantes indocumentados pagan los impuestos de la seguridad social, lo que representa beneficios significativos tanto para los trabajadores como

para la institución.

Los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos son dueños de alrededor de 570 mil pequeñas empresas que en total generan un ingreso de 17 mil millones de dólares anuales, informó el Instituto Mexicanos en el Exterior. Como ejemplo están dos de los estados más importantes de la Unión Americana donde la gran población de inmigrantes ha sido factor muy importante en su crecimiento económico, cultural y social, se trata de

California y Texas.

Es un mito decir que los trabajadores indocumentados provocan efectos negativos en los salarios y los empleos de los nacionales estadounidenses.

Nuestros connacionales han emigrado en busca de una vida mejor, llegan a su destino y se entregan a los trabajos más duros para resolver sus necesidades. Así lo hicieron las primeras generaciones de inmigrantes que llegaron a ese país, obligados también por la necesidad, y  que han olvidado sus orígenes y el esfuerzo al que sus antepasados se enfrentaron

para ser lo que ahora son.

Igual que muchos de nuestros connacionales Sofía, la niña activista

llegará muy lejos.

srio28@prodigy.net.mx