El presupuesto del INE

El presupuesto del INE
Por:
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Enrique Andrade González

En el Instituto Nacional Electoral la facultad de aprobar el presupuesto anualmente es de su Consejo General. Esta atribución, que está prevista en el artículo 44, párrafo 1° inciso z) de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, reside en autorizarlo y remitirlo al Ejecutivo federal para su inclusión en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación.

Lo anterior permite reafirmar la autonomía de la institución electoral nacional y se lleva a cabo con las consideraciones internas respecto del gasto programado que se tiene al interior del INE y el estimado para proyectos especiales. La valoración del presupuesto se calcula en relación con los proyectos y retos que aguardan al instituto para el siguiente año o ejercicio presupuestal. Es importante señalar que 2016 es un año electoral si se consideran todas las actividades —bajo las nuevas facultades que otorga la ley— que se tendrán que asumir en las 13 elecciones locales (12 de gobernador) en diversas entidades.

El presupuesto —que ha sido planteado y sometido a la Cámara de Diputados— es producto de un cuidadoso análisis y evaluación que cada área operativa del instituto presenta como parte de los proyectos y programas que se tienen concebidos para 2016. Es significativo añadir que, como parte de este ejercicio, la Comisión Temporal de Presupuesto del Consejo General —así como los representantes de todos los partidos políticos— tuvieron la oportunidad de conocer y examinar la propuesta.

El Instituto Nacional Electoral no es ajeno —ni puede serlo— a la situación económica del país. Para responder a este desafío, el INE lleva políticas de racionalización, economía y ambientalización que tienen relación con la buena gestión y administración del gasto público.

De esta forma, al interior del instituto se realizará una modernización administrativa durante 2016, para lo cual el Consejo General aprobó en el pasado mes de junio la creación de la Comisión Temporal de Modernización Institucional. Uno de sus objetivos es formular un diagnóstico con relación a las características y las funciones de las áreas ejecutivas y desconcentradas de la institución en el marco de la reforma electoral de 2014-2015.

La transformación del INE en autoridad electoral nacional representó otorgarle 74 nuevas atribuciones. Un ejemplo de ello es la instalación de las cerca de 50 mil casillas que se tendrán que establecer para las elecciones locales, para lo cual el INE tendrá que contratar a más de 15 mil ciudadanos como capacitadores y supervisores electorales el próximo año. Lo anterior —a la par de diversos gastos por concepto de materiales, urnas, boletas y paquetes electorales— representa una erogación de poco más de 1,200 millones de pesos.

Para la tramitación y entrega de credenciales de elector para los Mexicanos residentes en el extranjero se considera un monto significativo. Éste es un nuevo mandato legal que responde a una añeja demanda de nuestros connacionales desde otros países, principalmente desde Estados Unidos.

Para ellos la credencial de elector es un instrumento de identidad que les permitirá identificarse y un medio para poder votar en las elecciones de 2018.

Considero relevante añadir que para que nuestros paisanos obtengan su credencial, son necesarias la voluntad y convicción de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). La ley determina que el INE celebrará con la cancillería los acuerdos correspondientes para establecer en las embajadas o en los consulados de México en el exterior los mecanismos necesarios para el trámite de credencialización.

Estamos seguros de que antes de que finalice el presente año se iniciará con este importante proyecto a través de dos instituciones del Estado mexicano y trazar un camino a futuro. Los mexicanos que viven más allá de las fronteras de nuestro país se siguen sintiendo parte de él; por tanto, es imprescindible que participen en las decisiones de su país y ejerzan a plenitud su derecho humano de votar en las elecciones.

Por otra parte, el mantener actualizado nuestro padrón electoral significa expedir en el país cientos de miles de credenciales al año de forma gratuita para el ciudadano. El INE debe brindar este servicio en módulos que sean dignos y con la mejor atención posible. Esta tarea del INE para que todos los mexicanos podamos votar e identificarnos representa un alto gasto que el instituto eroga pero que es racional.

La función de monitorear todos los spots de partidos políticos implica otro gasto importante, en virtud de que el INE tiene sistemas de monitoreo en todo el país que supervisan la transmisión de millones de spots que se transmiten en las más de 2000 emisoras de radio y televisión. De igual manera, los procedimientos para revisar todos los gastos de los partidos y candidatos en el país suponen supervisar varios tramos de control y comprendemn un alto costo.

El presupuesto del INE responde a las dimensiones de las atribuciones que tenemos de forma permanente en el país y es el presupuesto de una institución que acaba de nacer. Resulta valioso añadir que el ejercicio del gasto está plenamente transparentado y el instituto lleva a cabo una rendición de cuentas ante la Contraloría Interna del instituto —cuyo titular es nombrado por la Cámara de Diputados—, así como ante la Auditoría Superior de la Federación.

Aun en el entendido de que el monto del presupuesto es explicable y encuentra justificación, existen la preocupación y la voluntad de los consejeros del INE para realizar un gasto menor y racionalizarlo, sin menoscabo de la consolidación democrática en nuestro país.

*Consejero Electoral del Instituto Nacional Electoral

Twitter: @e_andradeg