El Renacimiento

Si tuviéramos que elegir el momento exacto en el que la humanidad y el arte se conjugaron para una transformación definitiva, ese instante, esa etapa en la historia del arte, se le conoce como el Renacimiento. Dicho movimiento surgió en Italia, con mayor precisión, en Florencia, en donde cuatro genios iluminaron el mundo con sus obras: Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael y Donatello.

Y ahora, después de 10 años de oscurantismo, el calcio italiano está en busca de su propio renacimiento. Desde la década de los noventas en donde las máximas figuras se encontraban en Milán, Turín, Roma; Marco van Basten, George Weah y Shevchenko, del Milán; Ronaldo Nazario con el Inter; Zidane, Roberto Baggio y Nedved con la Juventus; Gabriel Batistuta, Francesco Totti con la Roma. Casi todos ellos ganadores del Balón de Oro.

Hoy, poco a poco, las miradas nuevamente se centran en el país de la bota; las últimas dos noticias que rondan la liga italiana involucran a tal vez el mejor jugador del Mundial: Luka Modric. El jugador croata es pretendido por la escuadra del Inter de Milán para así poder darle forma definitiva a un equipo que asustaría a cualquiera: Handanovic en la portería; el medio campo estaría conformado por: Modric, Brozovic, Perisic, croatas subcampeones del mundo. Además, el cuadro neroazurro sumó a sus filas al belga Nainggolan, una de las grandes ausencias del Mundial, y cuenta con uno de los mejores delanteros de la Serie A durante las últimas dos temporadas: Mauro Icardi.

Con este equipo, la escuadra dirigida por Luciano Spalletti, buscará romper la hegemonía de la Juventus, conjunto que se robó el show con la compra inesperada de Cristiano Ronaldo. La Vecchia Signora, como se le conoce popularmente al cuadro de Turín, ha montado su propio imperio en la Serie A, conquistando los últimos siete títulos de liga, un récord que será difícil de romper; pero a pesar de esta etapa tan exitosa del club, la alegría se ha visto mermada porque la Orejona se les ha negado en dos ocasiones ante el Barca de Messi y el Real Madrid de Cristiano Ronaldo. Es por eso que, ante la oportunidad de fichar al astro portugués, no lo pensaron dos veces y dejaron ir a Buffon (París) y a Higuaín (Milán) para hacer caja.

La otra historia que también ha tomado fuerza es la incorporación de Guillermo Ochoa al Nápoles. Diversos medios en Europa y México han manejado información de todo tipo; el acercamiento es real, pero aún no hay firma y mientras eso no suceda, Memo estará más cerca de Bélgica que del sur de Italia.

Al igual que muchos de sus más fieles seguidores, cruzo los dedos para que dicha operación se concrete; esta ventana de traspasos con el impulso del Mundial es de las últimas oportunidades para que el guardameta mexicano (y su pésimo representante) pueda amarrar un club con renombre en Europa; si bien no es el Inter o la Juve, el club napolitano es un histórico del futbol mundial.

A diez días de que arranque la Serie A, me froto las manos para atestiguar el renacimiento de una liga que ha perdido impacto mediático, pero que, sin duda, nos ha regalado historia pura, así como una vez Italia nos regaló La Mona Lisa, La Capilla Sixtina y una de las etapas más bellas de la humanidad.