El Senado y la CNDH: un pendiente

El Senado y la CNDH: un pendiente
Por:
  • larazon

Mauricio I. Ibarra

La Constitución obliga al Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a presentar anualmente un informe de actividades a los poderes federales. El relativo a 2014, presentado por Luis Raúl González el 28 de enero ante el Congreso de la Unión, corresponde mayoritariamente al último año de la gestión de Raúl Plascencia.

El documento, consultable en el sitio de Internet de la Comisión (www.cndh.org.mx), consta de 2 mil 966 páginas. Su revisión permite evaluar al Ombudsman.

Aunque sea difícil comprender que una institución haga menos cuando tiene más recursos, ésa es precisamente la descripción de la CNDH durante la gestión de Plascencia. El año pasado tuvo el presupuesto más alto de su historia ($1,416,281,046). Sin embargo, los recursos fueron utilizados para dictar únicamente 55 recomendaciones a la autoridad (p. 16). Veinte de éstas fueron emitidas más de 18 meses después de haber comenzado las investigaciones respectivas. Una de ellas (la 42) se publicó 44 meses después de iniciada. La marcada reducción en el número de recomendaciones (el más bajo en los últimos ocho años), originada probablemente en un intento del Ombudsman para reelegirse, hizo que cada recomendación costara casi 26 millones de pesos.

A lo largo de 2014 la CNDH inició 8 mil 455 expedientes de queja, que sumados a los 3 mil 830 sin concluir del año anterior dan un total de 12 mil 885 expedientes. De este total, durante 12 meses se concluyeron 7 mil 22 (pp. 37-38). Por tanto, al concluir 2014 el rezago fue de 5 mil 833 expedientes. Esto significa que durante el año pasado, lejos de abatir el rezago acumulado que tenía en la resolución de quejas, la CNDH se las arregló para incrementarlo en una proporción de casi 70 por ciento del número de quejas inconclusas en 2013.

La escasez de recomendaciones, la lentitud para realizarlas y el rezago cada vez mayor en el trámite de las quejas, según datos consignados en el informe de 2014, no son razones suficientes para ser pesimistas sobre la actuación de la CNDH. Las víctimas se sentirán tranquilas al enterarse de que en mayo el Ombudsman fue invitado a Bahréin a participar en una Conferencia sobre la Corte Árabe de Derechos Humanos (p.477); igualmente, los migrantes se consolarán al saber que se envió a la Defensoría del Pueblo de Azerbaiyán el artículo “El papel de las INDH en la construcción de la democracia”, escrito por el presidente de la CNDH (p. 481); los familiares de los desaparecidos expresarán su alivio al estar al corriente de que se realizaron 3 mil 822 consultas médico-odontológicas al personal de la comisión (p. 582).

Los resultados de la gestión anterior están directamente relacionados con el hecho de que, en cinco años, Plascencia compareció una sola vez ante el Senado. Hace tres meses, en la toma de protesta del nuevo Ombudsman, los senadores se comprometieron a establecer un observatorio que supervisará el trabajo de la CNDH. Urge que la promesa se concrete.