El SNTE, paralizado

- Desde marzo del año pasado el sindicato de maestros, que comandan Elba Esther Gordillo y Rafael Ochoa Guzmán, debió haber cambiado al Comité Ejecutivo Nacional; en esa fecha se terminó el plazo, pero estaba el pleito interno para desplazar al profesor Ochoa. Las intrigas tuvieron gran promoción por parte de los cercanos a la profesora.

Y alguien mejor recomendó que se promoviera una ampliación de término y dejar todo en el aire. Nos aseguran que más de la mitad de los dirigentes está dedicado a otras cosas, unos están comisionados, otros han buscado candidaturas, lo mismo para diputados locales o regidores. Y la educación atrasada, sin la atención adecuada, cuando menos así lo reconoce el organismo mundial encargado de la educación —UNESCO—, el cual reconoce que México ocupa el lugar 55 de 128 naciones y la matricula estudiantil sigue cayendo. Pero ya está listo el Panal para hacer alianzas.

 Ante el destape que hizo Emilio Gamboa en Aguascalientes, donde sólo incluyó a Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña Nieto, el coordinador de los priistas en la Cámara baja, Francisco Rojas, nos aclara que la cobija es más grande, que ahí caben otros políticos, como Fidel Herrera, o algún otro gobernador. Los priistas tienen un abanico más amplio, a diferencia de panistas y perredistas.

 A partir de ahora podrán hacer campaña al lado de Gabino Cué, político sensato y decente, pero con gran cercanía a Andres Manuel López Obrador. Quién podría asegurar que el hidalguense José Guadarrama apoye a Xóchitl Gálvez o en el peor de los casos a Francisco Javier y en Durango promuevan al priista ex diputado José Rosas Aizpuru. El gobernador tan pequeño como Ismael Hernández Deras prefirió apoyar a su delfín. La izquierda y la derecha no tienen remedio, y por eso Peña Nieto los definió muy bien: no son confiables, cómo confiar en políticos que renuncian a su ideología, que ponen por encima su pragmatismo.

Hombresdelpoder.com

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agp