El tiempo petrificado de Amparo Dávila

El tiempo petrificado de Amparo Dávila
Por:
  • larazon

Amparo Dávila (Pinos, Zacatecas, 1928) prorrumpe en las noches para desprenderse de sus sueños y contárnoslos. Amparo nos sumerge en espesuras de fantásticas coordenadas en las que crujen espectros de pasmosa reciedumbre: mordeduras en pausas dilatadas; cirios, fragancias rancias en frascos ovales y combos. Amparo nos mira a través de las pupilas oscurecidas de un tropel de criaturas que desanda en los filos del misterio. “Mi primera afición fue la alquimia […]

Cortaba toda clase de flores y hierbas venenosas, juntaba pedernales y cualquier piedra que me parecía misteriosa”, nos comenta la escritora zacatecana de los quehaceres de su infancia. Amparo cómplice de los crepúsculos. Amparo untándose pecina en los ojos para soportar los asombros que la acosan en los declives de los callejones del pueblo donde transcurrió su niñez. Amparo, moradora de un séquito fantasmal “ahí donde termina la vida, / ahí donde comienza la muerte”. Amparo en los decires de ausencias: ruinas pobladas de ecos en los que se encallan y se petrifican todos los silencios. Amparo increpa las gesticulaciones de la desolación en una obra narrativa y poética de arrojadas singularidades.

Cuentos reunidos (Letras Mexicanas, FCE, 2009) contiene Tiempo destrozado (1959), Música concreta (1961), Árboles Petrificados (1977) y Con los ojos abiertos (2008). Los que ya conocíamos las fábulas de esta extraordinaria narradora, nos alegramos por la aparición de Con los ojos abiertos, inédito hasta 2008. Los jóvenes tienen la oportunidad de adentrarse a un cosmos insólito de la literatura mexicana contemporánea. “Creo que desde mi punto de vista, usted escribe admirablemente bien” (Carta de Julio Cortázar a Amparo Dávila. París, 29 de abril de 1961).

Quien lea “El huésped” (“Nunca olvidaré el día en que vino a vivir con nosotros. Mi marido lo trajo al regreso de un viaje.”), “La señorita Julia” (“Hacía más de un mes que Julia no dormía. Una noche la había despertado un ruido extraño como de pequeñas patadas y carrera ligeras.”), “Tiempo destrozado” (“Primero fue un inmenso dolor. Un irse desgajando en el silencio.”), “El patio cuadrado” (“Atardecía y desde el patio descubierto se podía se podía ver un crepúsculo tan enrojecido como un incendio o como un mar de púrpura.”) o “La carta” (“Hablo para ti. Para esos días en que uno elige una ruta en un país desconocido y sucumbe de melancolía y soledad.”) se da cuenta que recorre un habla de gradaciones únicas: acordes y consonancias de un universo que nos hace recordar pasajes de Benjamin Péret, algunos folios de André Pieyre de Mandiargues o las enrarecidas franjas de Magritte, Ernst o Carrington.

Lo siniestro, insomnio frágil; lo fantástico descubre la realidad espeluznante que acompaña nuestro desamparo. Amparo Dávila o un tiempo que se petrifica en la resina relampagueante de las alucinaciones.

Imprescindible

Jean Nicolas Arthur Rimbaud (1854 – 1891) escribe a los 17 años El barco ebrio y lo envía a Verlaine. Abrumada relación homosexual: Verlaine intenta matarlo dos veces. “¡Bah!, hagamos todas las muecas posibles”, proclama el autor de Iluminaciones. 19 años, silencio poético. Místico y salvaje. Traficante de armas, comerciante de marfil… Chipre, Sudán, Yemen, Etiopía…En su cinturón esconde 8 Kg de oro. Regreso a París. Carcinoma: amputación de la pierna derecha. Muerte. 37 años. “El hombre representó ya todos sus papeles”, había escrito.

Chucho Valdés &

The Afro-Cuban Messengers

Chucho’s Steps

» Disquera: Comanche Productions

» Año: 2010

» Género: Jazz Afrocubano

» Precio: $328

Ocho temas de prosapia afrocubana y abiertos guiños a Chico O’Farril, Mario Bauzá y Art Blakey. Combo formado por jóvenes instrumentistas (sax tenor, batería, percusiones, bajo, trompeta, batá, voces). Danzón, chachachá, mambo, R&B, sonido dixieland, cantos yorubas… Temas, todos de Chucho: “Zawinul’s Mambo”, transita por diseños mamberos desde encadenamiento percutivo de conga santiaguera que incita los cluster de un piano arrollador (sensible homenaje al tecladista fundador de Weather Report); “Danzón”, coqueteo con el bolero, el chachachá, y el mambo en pronunciaciones del sax tenor Carlos Miyares; “Both Side”, dibujos funkeros y una trompeta (Reynaldo Melián) en apuntes armónicos que nos hace recordar a Clifford Brown; “Begin To Be Good” desbordado en citas de Porter y Gershwin con estampas de cadencioso mambochá; “Yansa”, litúrgica oratoria de tambores batá… Retumbos de Weston, Silver, Monk, Tyner, Tatum, Jamal. Obra maestra de la música cubana contemporánea.

Jorge Salán

Estatuas en la calle

» Disquera: Warner

» Año: 2010

» Género: Pop, rock

» Precio: $150

El ex integrante de Mägo de Oz, Jorge Salán, es para muchos el mejor guitarrista español de rock y hard rock en la actualidad. El memorable solo en “La venganza de Gaia” de Gaia de Mägo de Oz, hizo que su nombre empezara a ser reconocido por los adictos al rock-pop. Carrera entre solitario y colaboraciones con Mägo de Oz, el intérprete de “Adiós Dulcinea” ha ganado un lugar importante en las listas de popularidad de Madrid Rock. Despunte de una exitosa carrera con From now won (2004) en solitario, y Belfast (2004) como guitarrista de la banda madrileña. Estatuas en la calle (Warner Music Spain, 2010) —CD y DVD (Directo al subsuelo)— corrobora las obsesiones rockeras de un músico de indiscutible valía en los espacios pop, heavy metal y rock de España y Sudamérica. Guitarras, bajo, batería, violín, voces. 11 composiciones abordadas desde sonoridad pop con amagos heavy. “Subsuelo” explora, con la presencia de Miguel Ríos, una atmósfera blues que se agradece.

carlos.olivares.baro@hotmail.com

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