EPN: saldos del 2014

EPN: saldos del 2014
Por:
  • larazon

Salvador Camarena

Tenía razón Marcelo Ebrard cuando, entre otros, decía que el Pacto por México era una mala cosa para el PRD porque los aciertos de ese acuerdo abonarían a la cuenta del Presidente Enrique Peña Nieto, mientras que nada o muy poco de las eventuales ganancias políticas por las reformas caerían en la buchaca del partido del sol azteca. Así lo demuestra lo que está ocurriendo con las históricas resoluciones de la semana pasada del Ifetel.

La convocatoria para licitar dos nuevas cadenas de televisión, y las declaratorias de preponderancia de los dos gigantes de las telecomunicaciones, serán acreditadas a la voluntad política del Presidente. Y eso está bien, pues el inédito coto que el nuevo órgano regulador intenta poner a parte de los llamados poderes fácticos no se entiende sin el impulso de Los Pinos; da igual si se dan al amparo de una ley y de un instituto que tuvieron como origen el Pacto por México.

Lo sucedido desde el jueves en el sector de las telecomunicaciones, aunado al gran golpe de la detención del Chapo Guzmán y al abatimiento, ahora sí, del Chayo, dan por resultado que en tan sólo las diez primeras semanas del 2014 Peña Nieto tiene argumentos de sobra para retomar el discurso de modernización que marcó su Presidencia durante el primer año.

Y si bien para el PRD estará muy cuesta arriba explicar al electorado que es coautor de la nueva realidad en las telecomunicaciones, el verdadero costo de todo lo que ha ganado Peña Nieto lo pagará el PAN.

Porque más allá de las telecomunicaciones, en lo que va del año el PRI gobierno ha desnudado la ineficiencia de los blanquiazules con la detención del líder del Cártel de Sinaloa, la eliminación del Templario mayor dada a conocer ayer, y la intervención en Oceanografía, empresa que durante años fue mimada, por decir lo menos, desde las presidencias panistas.

En contraste, Peña Nieto sigue en deuda en al menos tres terrenos: la diplomacia, la economía y la justicia para las víctimas.

En este año, el papel del gobierno mexicano en el exterior es cuestionable. El presidente visitó Cuba y prefirió abrazarse con un decrépito dictador antes que pronunciarse sobre las violaciones a derechos humanos en la Isla. Ha mantenido una cómoda lejanía con respecto a la situación en Venezuela. Y no pudo arrancar compromisos para el fin de las visas en Canadá y el final de las deportaciones desde Estados Unidos.

Sobre la economía basta con apuntar que ya hay bancos rebajando la expectativa de crecimiento para 2014.

Y en el tema de la violencia de poco sirven las detenciones de los grandes capos cuando la inseguridad campea en el Estado de México, por mencionar una entidad. En el mismo sentido, los meses pasan sin que las familias de los miles de desaparecidos tengan justicia para sus seres queridos.

Peña Nieto debe invertir el impulso que darán a su Presidencia los golpes contra los cárteles y la modificación del statu quo en las telecomunicaciones en abatir otros rezagos. Tan incuestionables los logros en Michoacán y Sinaloa, como patente la urgencia de que su gobierno haga despertar a la economía. El balance al comenzar 2014 es bueno, pero podría ser mucho mejor.

salvador.camarena@razon.mx

Twitter: @salcamarena